Ahora hay también Viagra ocular. Con unas cuantas gotas la mirada se te pone dura... ¡Llegó el día! ¡El día llegó! Hoy aparece en esta columneja el vitando chascarrillo intitulado "El crucigrama". ¡Jamás había sido publicado aquí un cuento de tan subido tono como ése! ¡Léanlo mis cuatro lectores al final, y comprueben la razón que asiste a quienes dicen que el mundo ya se va a acabar!... Antes contaré un par de cuentos que sirvan de preparación al otro, y haré un inane comentario de política... Cierto individuo observó que su parte varonil le estaba creciendo demasiado. Tal fenómeno lo llenó de alegría, pues siempre había considerado que Mamá Naturaleza se había mostrado avara con él en ese aspecto. Su gozo, sin embargo, se convirtió en preocupación cuando aquel crecimiento llegó a ser desmesurado: la dicha parte le iba llegando ya hasta el suelo. Junto con su esposa -al principio feliz también, y después igualmente preocupada- el tipo fue a consultar a un médico. Después de examinar al individuo el doctor llama aparte a la señora y le dice: "Tendremos que practicarle a su marido una operación quirúrgica de urgencia. El crecimiento de su alusiva parte ha sido de tal manera grande que el pobre ya anda levantando chicles por el suelo". Pregunta la señora, inquieta: "¿Cuánto tiempo tendrá que pasar mi esposo en silla de ruedas?". "Silla de ruedas? -se extraña el facultativo-. ¿Por qué silla de ruedas?". Responde la señora: "Le va usted a alargar las piernas ¿no?"... Un tipo halló una lámpara de forma extraña. La frotó, y apareció un genio que le ofreció cumplirle tres deseos. "Quiero tener mucho dinero" -dice el tipo. Y se encontró de pronto convertido en hombre rico. Enunció el feliz mortal su segundo deseo: "Quiero tener una gran virilidad". De inmediato se vio transformado en un adonis lleno de juventud, de hermosa apostura y potencia masculina extraordinaria. "Por último -pide el sujeto- quiero que me hagas irresistible para las mujeres". Entonces el genio lo convirtió en caja de chocolates... He dicho muchas veces, y lo repito ahora, que México necesita con urgencia un gobierno de izquierda que mire por los pobres, o sea por la inmensa mayoría de los mexicanos. Es hora ya de adelantar el reloj de la justicia social en este país, y sólo un gobierno de izquierda puede hacer tal cosa. Por desgracia no hay ahora en México una verdadera izquierda. Quienes hablan en nombre de la izquierda son casi siempre falsarios; charlatanes que encubren con vestiduras de avanzada su calidad de conservadores de un vicioso estado de cosas que los favorece, y a cuya sombra medran. El PRD ha perdido toda credibilidad. Muchos de sus actuales personajes son restos del peor priismo que padecimos antes, y están perpetuando en ese partido las prácticas de fraude y corrupción que llevaron al PRI a su declinación. Hace falta un partido democrático y liberal que desde una posición de verdadera izquierda aporte puntos de vista racionales en bien de los mexicanos que ahora sufren condiciones de inequidad y de injusticia. ¿Alguna vez tendremos un partido así? ¿Alguna vez se escuchará la voz de las mujeres y hombres de verdadera izquierda que hay en México, y ya no la de los obcecados seguidores del caudillismo autoritario, en cuyo dogmatismo ha naufragado no sólo el sentido de la crítica, sino también el de la decencia política e intelectual?... Viene ahora el anunciado cuento: "El crucigrama". Las personas pudibundas deben suspender inmediatamente la lectura... Un señor estaba resolviendo el crucigrama del periódico. Se vuelve hacia un amigo que tenía cerca y le pide que lo ayude a encontrar una palabra. Le dice: "Órgano sexual de la mujer, en cuatro letras". Pregunta el amigo: "¿Horizontal o vertical?". Responde el señor: "Horizontal". Y contesta el amigo: "Boca"... (No le entendí)... FIN.
