Un señor iba por la calle con su perro, y el animal se lanzó contra un pordiosero. A duras penas el dueño del can pudo contenerlo. "Perdone usted el susto -le dice el señor al pedigüeño-. Precisamente llevo al perro a que lo castre el veterinario". Responde el individuo: "No le quite los éstos. Quítele los dientes. Clarito vi que no venía a follarme"... Decía Astatrasio Garrajarra, ebrio consuetudinario: "Yo con una copa me emborracho. Pero no recuerdo si es la número 14 o la número 15"... Un texano fue invitado a visitar una granja en Australia. En el camino vio unas vacas. Le dice al australiano que lo llevaba en su camioneta: "En Texas las vacas son dos veces más grandes que ésas". Poco después vio unos borregos. "En Texas -dice- los borregos son diez veces más grandes que ésos". En seguida vio un conejo. "En Texas -dice- los conejos son 20 veces más grandes que ése". El australiano, mohíno, nada contestaba. En eso frenó de pronto, porque unos canguros atravesaron el camino dando saltos. El texano, boquiabierto, miró aquellos animales que jamás había visto. Y exclama el australiano con fingido disgusto: "¡Malditos chapulines!"... El PAN tiene hoy los vicios que tuvo ayer el PRI. Por las extrañas alquimias del poder, los panistas se parecen ahora mucho a los priistas de antes: copian sus procederes; imitan sus conductas, y son visible retrato de aquellos a los que condenaban. Lo digo porque así como en el pasado tuvimos un "prigobierno", hoy por hoy existe un "pangobierno" que perjudica a la Nación. El régimen calderonista ha puesto gente del PAN en las delegaciones estatales que tienen las diversas secretarías en todas las entidades del País. Eso no es de suyo malo: se supone que una de las consecuencias de la victoria electoral es acceder al discreto encanto de la nómina. Pero sucede que esos funcionarios no actúan con criterios técnicos -que en la gran mayoría de los casos no conocen-, sino movidos por cuestiones de política. En los estados que tienen gobernadores no panistas, los titulares de las oficinas federales se dedican muchas veces a impedir o estorbar en cuantas formas pueden el trabajo de la administración local. Con eso deslucen la labor de esos gobernantes, a fin de que la población se incline luego por elegir un gobierno panista. Con tales manipuleos políticos perjudican a la población de esos estados. Yo me pregunto hasta qué punto el nocivo burocratismo de la Semarnat, que tantos obstáculos ha puesto -y sigue poniendo- a la construcción de la nueva carretera entre Saltillo y Monterrey, se debe (aparte de la ineficiencia, tosudez y prepotencia de algunos de los funcionarios de esa secretaría) al hecho de que tanto Coahuila como Nuevo León tienen gobiernos priistas. Lo extraño de todo esto es que algunos gobernadores surgidos de la Oposición han apoyado decididamente las políticas presidenciales, y aun así el PAN sigue entorpeciendo en cuantas formas puede su trabajo. Digamos, al estilo de Yogi Berra, que si los panistas de antes, tan íntegros y honestos, vivieran todavía, seguramente se agitarían en sus tumbas... Tres hombres jóvenes conocieron una noche a tres lindas muchachas. Al día siguiente comentaron sus experiencias. Dice el primero: "La chica que se fue conmigo ha de ser enfermera. Me dijo: ‘Acuéstate y relájate. Esto no te va a doler’". Dice el segundo: "La muchacha con la que estuve yo ha de ser maestra: me pidió que repitiera la tarea". Dice el tercero: "La chica que me correspondió ha de ser azafata de avión. Me dijo: ‘Coloca esto sobre nariz y boca, y respira normalmente’"... FIN.