Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES.

CATÓN

En la cama Jactancio le dice con intención erótica a su esposa: “Esta noche voy a hacerte la mujer más feliz del mundo”. Responde ella, conmovida: “¡Gracias! Pero si quieres no te vayas de la casa ahora mismo; espera hasta mañana”... Babalucas y un amigo suyo entraron de madrugada en un centro comercial con intenciones de robarlo. Babalucas vio un mapa con una flechita roja y la indicación: “Usted está aquí”. Le dice Babalucas a su amigo: “¡Nos jodimos! ¡Ya saben dónde estamos!”... La verdad, la verdad, la verdad es que el petróleo no es el tema. El tema es el poder. Si realmente se debatiera sobre el petróleo, éste sería tratado como lo que es: una mercadería, no una mitología; y Pemex sería considerada una empresa (y además una empresa atada a la corrupción, al burocratismo y a la ineficacia), en vez de ser visto como un santuario o recinto sagrado. Lo cierto es que las partes en pugna discuten el asunto petrolero sólo en la superficie. En el fondo el objetivo real es el país. La lucha se da entre dos concepciones diferentes. Una, aparentemente conservadora, ve hacia la modernidad. La otra, aparentemente nacionalista, es conservadora y mira hacia el pasado. Pienso que es posible conciliar la tendencia que quiere mantener sin cambios el legado histórico de Cárdenas con aquella que busca que el petróleo sea sacado y vendido en condiciones que favorezcan a la nación, la cual ciertamente se halla en situación de atraso y desventaja en relación con otros países productores. Para mejorar las cosas se deben admitir nuevos modos de extracción y comercialización del petróleo y maneras de administrar Pemex en forma distinta a la de antes, evitando sus vicios burocráticos, su sangría fiscal y los males que para la empresa derivan de un sindicalismo que ha probado ser nefasto. También, sin embargo, se han de suprimir manipuleos y corruptelas como las que se pusieron de manifiesto cuando el movimiento encabezado por AMLO evitó que se llevara a cabo, sin consulta ni discusión, una reforma que la propia Presidencia de la República se encargó de hacer sospechosa. Por otra parte, el plebiscito al que está convocando López Obrador sería demagógico e inútil, pues temas como este no son de índole política: tienen contenidos técnicos y de administración financiera que no pueden ser decididos por el voto popular. Ni tabúes absurdos ni corrupciones desde el poder deben estorbar el bien de México. Si ese beneficio fuese la mira principal de quienes ahora participan en el debate petrolero, podríamos esperar de él una conclusión racional que normara el criterio de los legisladores. Sin embargo, según se ven las cosas, la discusión está hecha de palabras que a fin de cuentas se llevará el viento, pero un viento que traerá nuevas tempestades... Un señor de 70 años casó con una muchacha de 20. Al empezar la noche de bodas le dice a la desposada: “Quizá tendré algunos problemas por causa de mi edad. Te pido comprensión”. Responde ella: “No te inquietes, mi vida. Lo que en verdad importa no es el sexo: es el amor”. A pesar de lo dicho el recién casado procedió a hacerle el amor cumplidamente a su flamante mujercita. Media hora después repitió el acto connubial. Y no había pasado una hora cuando de nueva cuenta hizo obra de varón (parecía de Saltillo el venturado). Luego los dos se quedaron dormidos. Pero poco después él despertó a la chica para hacerle una nueva demostración erótica. La agotada muchacha exclama con asombro: “¡Pero, mi vida! ¡Ya me hiciste el amor tres veces antes!”. “¿Lo ves? -responde tristemente el veterano-. Te dije que tendría problemas por mi edad. ¡Las cosas se me olvidan!”... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 352105

elsiglo.mx