Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Dos recién casadas cambiaban impresiones acerca de su vida íntima. Dice la primera: "Por la noche Pitoncio, mi marido, llega de su trabajo lleno de ansias amorosas. Cenamos cualquier cosilla y nos vamos a la recámara. Ahí tenemos lo que él llama ‘La hora feliz’". Comenta la otra: "Mi esposo Celerino también llega muy ganoso. Pero en su caso más bien es ‘El minuto feliz’". (El pobre tenía un problema, frecuente en los varones, que se llama "ejaculatio prematura" -en japonés "Kómo keyá"-, por el cual el hombre no puede prolongar por un tiempo razonable la relación sexual, pues eyacula antes de lo que quisiera. Ese problema es de solución relativamente fácil si quien lo padece busca ayuda profesional. Celerino, por ejemplo, aprovechó un viaje a España para consultar a cierto famoso terapeuta, y le dijo que la menor alusión sexual bastaba para hacerlo terminar. Al conocer ese caso tan extremo el facultativo español exclamó lleno de asombro: "¡Coño!". Con sólo oír esa palabra Celerino empezó a agitarse en el espasmo orgásmico: "¡Ah! ¡Aaaah! ¡Ah, ah!", y luego exhaló el largo suspiro de la consumación: "Ahhhhhhhhhhhh". El caso quedó registrado en la revista inglesa "Tachydork", especializada en el tema... Un muchacho y una muchacha tenían dos meses de casados. Cierto día ella le dijo que debía hacerle una sincera confesión. "No soy recepcionista, como te conté -le reveló apenada-. Trabajo en una casa de citas para ejecutivos. Eso explica mi sueldo de 100 mil pesos al mes. ¿Nunca pensaste que ese sueldo es demasiado alto para una recepcionista?". "No lo pensé -responde él-. Y tampoco me importa lo que seas, con tal de que sigamos viviendo juntos". "¿De veras? -se conmueve ella-. ¿Y me seguirás respetando?". "Claro que sí -contesta él-. Siento mucho respeto por alguien que gana 100 mil pesos mensuales"... Quizá lo sucedido en ese antro -¡qué bien usado el nombre!- llamado News Divine, de la Ciudad de México, nos haga reconocer por fin que la corrupción y la falta de respeto a la ley pueden tener consecuencias mortales. Vivimos los mexicanos, en efecto, inmersos en la corrupción y la ilegalidad. Nos parece más cómodo y más fácil "arreglar" las cosas que cumplir las reglas. Por eso podía funcionar aquel lugar, que era en verdad una trampa mortal para quien entraba en él. Tal circunstancia, a la que se añadió la ineptitud de policías que no reciben el más elemental entrenamiento para cumplir bien su función, provocó la muerte de 12 personas. Y lo peor es que nada va a pasar. El dueño del establecimiento pagará una multa (y hará seguramente algunos otros pagos marginales); los torpes jefes policiacos que ordenaron el fatal operativo encontrarán bien pronto una nueva ubicación, y volverán las cosas al mismo estado que tenían antes. No vivimos en una sociedad tranquila, y eso se debe a que vivimos en una tranquila suciedad... El esfuerzo de hacer la última frase me dejó postrado. Contaré un chascarrillo final e iré luego a descansar el resto del día. Ese cuento que digo es de color subido, motivo por el cual las personas pacatas no deberían leerlo... El famoso científico bebía tristemente su copa en el bar cercano al laboratorio donde trabajaba. Un colega lo ve así y le pregunta: "¿Qué te pasa?". Responde el científico, abatido: "Después de cinco años de investigación hallé por fin lo que buscaba: un líquido capaz de hacer que el órgano sexual crezca 10 pulgadas y se mantenga duro como roca varias horas". "¡Fantástico! -exclama el otro-. ¿Por qué estás triste entonces?". Gime el científico: "¡El líquido funciona sólo en la mujer!"... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 359663

elsiglo.mx