Un hombre solitario bebía silencioso y cabizbajo en la barra de una cantina. El tabernero, compasivo como todos los de su oficio, le preguntó la causa de su pesadumbre. “Estoy bebiendo a la memoria de mi esposa -responde sombríamente el individuo-. En vida fue una santa. Oraba día y noche. Por estar en sus rezos no aceptaba mis acercamientos amorosos, ni se cuidaba de los asuntos de la casa. Continuamente cantaba himnos religiosos; se pasaba los días en el templo; leía la Biblia a todas horas, y siempre estaba invocando el nombre del Señor”. Comenta lleno de admiración el cantinero: “¡Sí que su esposa era una santa! ¡Dios debe haberle enviado una buena muerte!”. “No tan buena -replica el individuo-. La estrangulé”... Televisa Monterrey celebró los primeros 50 años de su vida. Parece que fue apenas ayer cuando las tiendas regiomontanas ponían en sus escaparates televisores encendidos, con bocinas al exterior, y las familias llevaban sillas y mecedoras para mirar desde la acera de la calle el blanco y negro de aquel mágico medio. La espléndida fiesta de aniversario estuvo al mismo tiempo nostálgica y llena de futuro. Quienes abrieron el camino -Don Emilio Azcárraga Vidaurreta y don Mario Quintanilla- fueron recordados con gratitud y afecto. A su lado, la entrañable figura de José Marroquín, “Pipo”, representó a todos aquellos pioneros, ausentes ya -como él- o presentes todavía, que en los años fundacionales pusieron su talento y su dedicación en la pantalla. Eugenio Azcárraga, el joven director de la empresa, reconoció el esfuerzo de sus colaboradores, y junto con Emilio Azcárraga Jean anunció la construcción de la nueva casa de Televisa Monterrey, que estará, como siempre ha estado, en el corazón de la ciudad. Eugenio ha vinculado a la televisora con las mejores causas de la comunidad; por eso la gente ve a Televisa Monterrey como uno de los íconos regiomontanos, presente siempre cuando se trata de servir. Se me pidió que hablara en la ceremonia, y dije que la televisión es un espejo de lo que sucede en una sociedad. En el caso actual de México, añadí, los buenos triunfan siempre en las telenovelas, y en los noticieros siempre ganan los malos. Que a estos 50 años de fecunda vida de Televisa Monterrey sucedan muchos más, y que siga haciendo el bien a esa ejemplar comunidad, tan noble y generosa, que es la regiomontana, la nuevoleonesa... Aquel sujeto era un fumador empedernido. Cierto día le contó a un amigo: “Mi esposa me puso un ultimátum: o dejo de fumar o ya no me dará sexo”. “¡Qué barbaridad! -se consterna el amigo-.Y ¿vas a dejar de fumar?”. “No -responde con decisión el empedernido fumador-. Al menos mientras viva una amiguita que tengo y no me dé artritis en la mano derecha”... (No le entendí)... Sigue ahora un cuento de dudoso gusto. Las personas que no gusten de leer cuentos de dudoso gusto deben saltarse hasta donde dice FIN... Un contratista especializado en la construcción de casas fue con el médico y le dijo que sufría un severo caso de constipación: comía muy bien, pero no podía -digamos- descomer. El médico lo interrogó acerca de sus hábitos alimenticios, y no dio con la causa de ese penoso mal. Le pidió que se desvistiera, a fin de examinarlo con más detenimiento. Después de hacer aquel examen hizo que el hombre se tendiera sobre la mesa de auscultación en decúbito prono, es decir, con las pompas hacia arriba. Seguidamente el facultativo tomó un martillo y un cincel. El maistro de obras vio con inquietud aquellos preparativos, y preguntó al galeno. “¿Qué va usted a hacer, doctor?”. “Lo que se debe hacer -contesta el médico-. Usted, por su parte, cuando vaya al baño en la obra ya no use papel de las bolsas de cemento”... FIN.
