Un tipo le cuenta a otro: “Fui a una conferencia sobre eyaculación prematura, pero cuando llegué ya había terminado”... El recién casado se quejaba con su papá de la frialdad de su flamante mujercita. “No le interesa el sexo -le decía-. En la mañana, nada. En la tarde, nada. En la noche, nada”. “Hijo mío -suspira el señor-, somos compañeros de desgracia. Estás viendo al esposo de la campeona mundial de natación”... Libidiano Pitonier, sujeto proclive a la concupiscencia de la carne, le pidió a Susiflor, muchacha ingenua, la dación de su más íntimo tesoro. Ella vacilaba: no sabía con precisión cuál era su más íntimo tesoro. Al final el labioso galán la convenció. “Pero -le pregunta tímidamente Susiflor- ¿me respetarás mañana?”. “Supongo que sí -responde el salaz tipo-. Lo que me está costando trabajo es respetarte ahora”... El adolescente iba a subir al avión con su mamá, y presentó un pase de abordar de infante. “Señora -pregunta el empleado de la línea-. ¿Qué edad tiene su hijo?”. “Tres años -dice la mujer-. “¿Tres años? -se molesta el empleado-. A mí me parece de 12”. Replica la mamá: “Es que es muy preocupón”... El cliente pide en la tlapalería: “Me da un frasco de polvo para cucarachas”. Le dice el empleado: “¿Se lo envuelvo?”. “No -responde el cliente. Les pediré a las cucarachas que vengan aquí a tomárselo”... Lo cierto es que nos hallamos en estado de guerra. Los indicios que vemos, los últimos acontecimientos, las actitudes y palabras del Presidente de la República, todo muestra que hay un desafío contra el Estado mexicano, desafío proveniente de ésas que en forma dramática podrían llamarse “las fuerzas del mal”, y que en forma realista deben llamarse “las fuerzas del mal”. Calderón les ha hecho frente. Por eso merece reconocimiento. No es posible dejar el País en manos criminales. Difícil es combatir a esos grupos, sobre todo por el hecho de que con frecuencia el enemigo está en casa: el poder de corrupción de la delincuencia organizada es enorme. Pero está de por medio el futuro de México, su bienestar y paz. En esa lucha el Presidente ha de contar con el apoyo de todos, aun de aquellos que son sus opositores. Ninguna consideración política puede dividir a los mexicanos ante esa amenaza, la más grave que hoy por hoy enfrenta la Nación... Le pregunta un tipo a otro: “¿Tú ayudas a tu esposa en las tareas de la casa?”. “Claro que sí -responde el otro-. Siempre levanto los pies cuando ella anda aspirando”... En la mañana del primer día en su nidito de amor la recién casada le dice a su enamorado maridito: “Mi cielo: si pones a tostar el pan y sirves el jugo de naranja, el desayuno estará listo”. Pregunta el muchacho, ilusionado: “¿Qué vamos a desayunar, mi amor?”. Responde ella: “Pan tostado y jugo de naranja”... El médico le dijo a su paciente: “Lamento informarle que tiene usted una enfermedad mortal. Le quedan seis meses de vida”. “¡Hado fatal, destino adverso, suerte infeliz, contraria estrella! -gimió el pobre, que por esos días cursaba un diplomado en teatro romántico español-. ¿No hay nada que se pueda hacer, doctor?”. Responde el facultativo. “Cásese”. Pregunta el paciente, esperanzado: “El matrimonio ¿aliviará mi mal?”. “No -contesta el médico-. Pero los seis meses se le harán más largos”... Le comenta una muchacha a su amiga: “Cuando vamos al cine mi novio actúa como si estuviera comprando pollo”. “¿Por qué?” -pregunta la amiga sin entender. Contesta la muchacha: “Lo único que le interesa son la pechuga y los muslos”... El señor pensó que su pequeño hijo estaba ya en edad de saber las cosas de la vida, y le explicó todo acerca de las abejitas y los pajaritos. “¡Ah, ya entendí! -exclama entusiasmado el chamaquito-. ¡Hacen lo mismo que mi mami y el vecino cuando tú no estás!”... FIN.
