Los senadores perredistas volvieron a sacar sus banderitas en protesta por la privatización de Pemex, durante la sesión de ayer. En la gráfica Carlos Navarrete con René Arce –de espaldas-. (El Universal)
Revelan que pagos para cumplir el contrato sindical se elevaron al triple en un sexenio.
El Gobierno Federal busca una reforma a Pemex para hacerlo más productivo, pero la empresa tiende a debilitarse por los “crecientes recursos” que debe pagar a sus trabajadores, jubilados y activos, obligaciones que no podrá cumplir dentro de 10 años, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“El incremento de este rubro (pago de pensiones), similar al que mostraron los servicios personales, representa un riesgo si se tiene presente que por la declinación de la extracción de petróleo crudo, los ingresos por ventas del organismo tenderán a reducir su ritmo de crecimiento, lo que podría implicar que en los próximos 10 años la entidad comience a tener dificultades para hacer frente a dichas obligaciones”, señaló la ASF en una revisión a los pasivos laborales de la paraestatal.
Detalla que en el periodo 2000-2006 las obligaciones laborales de Pemex se elevaron más del triple, y puso como ejemplo que por pensiones y servicios personales la empresa pagó en 2006 el equivalente a 34 por ciento del ISR que se retuvo a todos los trabajadores de México.
A diciembre de ese año, los pasivos laborales ascendían a 287 mil millones de pesos, equivalentes a 3.1 por ciento del PIB nacional.
“Año con año los pasivos laborales representan una mayor proporción del pasivo total, con la consecuente presión que de ello deriva para las finanzas del ente.
“Y esta variación representó el 91.5 por ciento del incremento que registró el pasivo total de la entidad en esos años, lo que se atribuye tanto al crecimiento del número de jubilados como a las crecientes prestaciones que otorga la entidad a su personal activo y por extensión a los jubilados, mismas que además sirven de base para determinar los beneficios concedidos al retiro”, detalló la ASF.
La Auditoría también hizo una revisión del impacto económico por los aumentos pactados en el último contrato colectivo, y encontró que significaron un incremento anual de 10 mil 390 pesos por trabajador activo y de 12 mil 120 pesos al año para los jubilados. El gasto extra ascendió a mil 986 millones de pesos.
Con esos recursos, detalló la ASF, se hubiera podido pagar el total de los proyectos estratégicos de Pemex Refinación, Pemex Gas y Pemex Petroquímica Básica, o 62 por ciento de los proyectos de Pemex Exploración y Producción.
Por otra parte, en su diagnóstico de Pemex, la Secretaría de Energía estableció: “El pasivo laboral que enfrenta Pemex actualmente obliga a reducir costos, así como a adecuar el sistema de pensiones, para evitar que continúe el deterioro de su patrimonio y para garantizar plenamente los legítimos derechos de los trabajadores”.
Causa Mouriño debate en el Congreso
Las bancadas del PAN y del Frente Amplio Progresista (FAP) en la Cámara de Diputados debatieron ayer sobre los contratos que el Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, firmó con Pemex como representante legal de las empresas de su familia.
Entre acusaciones mutuas de falta de ética, incongruencia y cinismo, el debate se suscitó luego de que el Frente Amplio Progresista exigió al PAN abordar el tema durante tres sesiones previas.
Ayer, los legisladores del FAP ya no tomaron la tribuna ni desplegaron mantas y pancartas contra Mouriño y contra el Presidente Felipe Calderón, y en sus curules sólo colocaron banderines con la leyenda de “Pemex no se vende”.
Al posicionar el tema, el perredista Octavio Martínez exigió la renuncia del Secretario de Gobernación, dado que ha aceptado públicamente haber firmado contratos con Pemex a favor Ivancar, la empresa de la familia Mouriño, cuando él ya era servidor público.
Acusó a César Nava, secretario particular del Presidente Calderón, de estar involucrado en la red de corrupción que avaló los contratos, cuando era abogado general de Pemex.
Rogelio Carbajal, diputado panista cercano a Calderón y a Nava, reprochó a los diputados perredistas sus acusaciones contra Mouriño, cuando no pueden tener una elección interna limpia.
“Ahora resulta que nos vienen a dar clases de ética los que roban urnas, los que queman boletas electorales, los que falsean conteos rápidos, los que llevan en la oscuridad sus conteos y sus cómputos para saber quién ganó una elección interna.
“Ellos nos vienen a dar clases de ética y de moralidad de vida pública”, expresó Carbajal entre aplausos y gritos de apoyo de su bancada.
El también panista Edgar Ramírez Pech afirmó que los perredistas trataban de descarrilar los temas nacionales cuando se descarrila su propio partido.
Mientras tanto, el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, continuó ayer con el cabildeo de la reforma energética, ahora con la jerarquía católica del país. Al asistir a la 86 Asamblea Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el funcionario federal conversó en privado -por alrededor de una hora- sobre el “Diagnostico: Situación Pemex”, presentado por la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos, el pasado 30 de marzo.
Piden delimitar aguas del Golfo de México
La fracción del PRI en el Senado de la República propuso al Ejecutivo Federal iniciar negociaciones con Estados Unidos y Cuba para delimitar la frontera marítima de México y proteger los yacimientos petroleros transfronterizos.
Además la bancada del PRI solicitó al presidente Felipe Calderón que suscriba con Estados Unidos un tratado marco para proteger los yacimientos de petróleo o gas natural que se ubiquen en la frontera marítima de los dos países.
También demandó iniciar negociaciones con Estados Unidos y ampliar la moratoria de 10 años, a partir de 2001, para no permitir la perforación o extracción petrolera en la plataforma continental dentro de una milla del límite establecido.
Al margen del debate sobre la reforma energética, el Gobierno Mexicano debe iniciar de inmediato negociaciones con Estados Unidos para repartir equitativamente los yacimientos transfronterizos del Golfo de México, ya que hay el peligro de que se pierda la riqueza petrolera porque empresas trasnacionales han comenzado ya a explorar en esa zona.