Deportes Cristiano Ronaldo Selección Mexicana Mundial 2026 Liga MX selección nacional

Debut

Arturo Brizio Carter

En un día como hoy, cinco de mayo, pero de 1983, en la ciudad de León, Guanajuato, tuve el inmenso privilegio de debutar como árbitro central en Primera División.

Se jugaba la fecha 38, es decir, la última de los añorados torneos largos, y la Comisión de Árbitros decidió dar oportunidad a cuatro silbantes de nuevo cuño, a saber, José Antonio Garza y Ochoa, Alfredo Gasso, Fermín Cataño y este humilde y seguro servidor de ustedes.

El “ojo clínico” de quienes dirigían el arbitraje en aquellos tiempos, sin idealizarlos por supuesto, era tan bueno, que tres de ellos lograron portar en su momento el gafete de FIFA y representar brillantemente a nuestro país en justas internacionales.

Recuerdo con emoción el momento en que recibí la ansiada designación, que se entregaba en unos sobres manila grandotes y al abrirlo pude leer: León vs Cruz Azul, estadio Nou Camp. No necesité más, sabía que la hora de la verdad había llegado.

Para la organización del viaje recurrí a mi viejo amigo Joaquín Urrea, recordándole la promesa de acompañarme en mi primer juego en la máxima división, y Eduardo mi hermano, solidario y cariñoso como siempre, se sumó a la expedición a bordo de un Ford Crown Victoria, de esos inmensos, que tripulaba con sagacidad el buen Joaquín.

En el partido en sí no había nada en juego pues la Máquina Celeste estaba calificada y al León no le alcanzó una extraordinaria segunda vuelta para conseguir el mismo objetivo pero, indudablemente, se trataba de dos muy buenos equipos de futbol.

Debo contarles que, en aquellos despreocupados días, mi soltería y afición a la fiesta habían generado una tensión particularmente desagradable con mi padre adorado y, como decía mi abuelita, me “tenía en jabón”, pero eso no fue obstáculo para que don Arturo, muy digno, tomara su autobús y en compañía de su compadre Domingo de la Mora se lanzara a ver a su vástago a donde la vida no vale nada, según decía José Alfredo Jiménez.

Los nervios del debut se disiparon al disparar la primera tarjeta amarilla, y ésta fue para Carlos Eloir Pierucci, jugadorazo brasileño de los cruzazulinos, y de ahí, pa’l real, siguieron otros muchos encuentros, sinsabores, alegrías y la perenne sensación de gratitud que a la fecha me acompaña.

Gratitud para aquellos que confiaron en mí para llegar a ser juez de Primera División; a los amigos que he podido cultivar y conservar a lo largo de estos años; a todos aquellos que, voluntariamente o no, han traído enseñanzas a mi vida que trascienden la esfera de lo meramente deportivo para quedarse en el alma; al futbol como pasión religiosa y al arbitraje como disciplina existencial.

Pero por encima de todo, gracias a Dios, que me regaló la luz para ver la vida, el futbol y el arbitraje con ojos nuevos cada día, para disfrutar cada momento, para volar sin alas y caer, para saborear los triunfos y para saber decir adiós.

Gracias también a usted, amable lector, por acompañar estas líneas llenas de nostalgia.

Leer más de Deportes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 349220

elsiglo.mx