En 2004 se detectaban 47 mujeres enfermas con cáncer en el cuello del útero, durante 2007 el número de detecciones fue de 56, según cifras del IMSS.
Aseguran autoridades que la disminución se debe a la detección oportuna.
La detección oportuna de mujeres con cáncer en el cuello del útero, provocó que la mortalidad de esta enfermedad disminuyera el año pasado. Y es que mientras en 2004 fallecieron 51 personas, cuatro años después, en 2007, la cifra fue de 40 defunciones.
Juan Francisco Irizar López, jefe de prestaciones médicas en la delegación Coahuila del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que gradualmente se registran los avances del programa PrevenIMSS, los beneficios del auto cuidado de la salud y la prevención oportuna de las enfermedades.
Agregó que durante el año anterior se estableció un programa de detecciones con enfoque de riesgo a grupos blancos; el resultado fue un incremento en la detección de casos de cáncer en el cuello uterino que a su vez permitió otorgar un tratamiento oportuno y de esta forma reducir el número de muertes.
El cáncer cérvico-uterino es el crecimiento anormal de las células que se encuentran en el cuello de la matriz. Al inicio, afecta una parte tan pequeña que a simple vista no se detecta y así puede permanecer hasta 10 años; cuando el tumor crece se puede ver a través de un estudio ginecológico, aunque en la mayoría de los casos no provoca ninguna molestia hasta que está avanzado.
Si bien, agregó el doctor, hay avances en materia preventiva, reconoció que aún falta mucho por hacer: “es necesario vencer las barreras de la vergüenza y el pudor para crear una mayor conciencia médica y que las mujeres sepan la importancia de practicarse -cuando menos cada tres años- el papanicolau”.
Mientras en 2004 se detectaban 47 mujeres enfermas con cáncer en el cuello del útero, durante 2007 el número de detecciones fue de 56. En contra parte el número de muertes en 2004 fue de 51, mientras que en 2007 se reportaron 40 fallecimientos.
Las mujeres con más alto riesgo de padecer cáncer de cuello uterino son las que ya iniciaron su actividad sexual, tienen más de 25 años de edad, nunca se han practicado la detección o han transcurrido más de tres años desde la última revisión.
El papanicolau, explicó el médico, permite detectar lesiones previas al cáncer (que se conocen como displasias) y canalizar a las pacientes a las Clínicas de Displasias ubicadas en las ciudades de Saltillo, Torreón, Monclova, Nueva Rosita y Piedras Negras, donde se otorga un tratamiento adecuado y oportuno que reduce la mortalidad por este padecimiento.
Entre los factores de riesgo que condicionan la aparición del cáncer cérvico-uterino, destacan el inicio temprano de la vida sexual activa, y la multiparidad, así como la promiscuidad que puede desarrollar el virus del papiloma humano y que a su vez causa esta neoplasia.
