Las autoridades salvadoreñas decretaron ayer la alerta amarilla a raíz de las intensas lluvias que se registran en el país desde el viernes por la noche, que no han causado víctimas, pero sí algunos derrumbes en carreteras.
El director del Sistema Nacional de Protección civil, Jorge Barahona, dijo en una rueda de prensa que la medida es para prevenir desastres que puedan ocurrir en las zonas más vulnerables, e indicó que las lluvias se mantendrán con la misma intensidad hasta hoy.
El Gobierno mantenía alerta verde en todo el país desde el pasado 4 de julio, cuando las lluvias se habían incrementado y se registraron inundaciones en varias zonas que causaron al menos seis muertos por derrumbes y 32 por el hundimiento de un autobús del transporte público en el río Acelhuate, en San Salvador.
Barahona hizo un llamamiento a las personas que trabajan en actividades de pesca artesanal para que se abstengan de ir mar adentro, ya que podrían formarse marejadas.
Asimismo, dijo que las personas que viven en áreas cercanas a barrancos, paredones u otros sitios considerados de alta vulnerabilidad que tomen las precauciones del caso.
Con la alerta amarilla, las instituciones gubernamentales y organismos de socorro se mantendrán pendientes de cualquier situación de emergencia y listas para proceder a la evacuación de personas en caso de que sea necesario.
Según los informes técnicos oficiales, la noche de este viernes ingresó al país “una Onda Tropical acompañada de una Baja Presión que provocará lluvias generalizadas el sábado y domingo”, la cual procede de los territorios de Nicaragua y Honduras.
Por las lluvias de las últimas horas sólo se reportan algunos derrumbes, con desprendimiento de piedras y ramas de árboles, en la carretera Panamericana, en el Este del país.
