El Papa calificó ese estilo de consagración como un 'ideal verdaderamente alto', en el cual no exige algún cambio exterior, pero que incluye un 'seguimiento del amor', una 'donación total a Cristo'. (Archivo)
El Papa Benedicto XVI defendió hoy a la virginidad como una elección válida de camino religioso, incluso para los jóvenes que no eligen ser sacerdotes o muchachas que no entran a una congregación.
Al recibir en el Palacio Apostólico del Vaticano a un grupo de 500 vírgenes consagradas participantes en un encuentro internacional estableció que la virginidad es 'una particular expresión de vida consagrada' cuyas raíces son antiguas.
Indicó que las consagradas toman un estado de vida al cual se accede por una 'libre elección de amor', su 'prototipo' debe ser María, la madre de Cristo, mientras su carisma debe reflejar intensidad y, al mismo tiempo, ser fresco.
El obispo de Roma se refirió así a una categoría religiosa en auge en las últimas décadas en la Iglesia Católica, sobre todo después del Concilio Vaticano II (1965), el cual abrió la posibilidad de hacer más común este compromiso cristiano.
Lo toman hombres y mujeres, la mayoría jóvenes, que deciden, según sea el caso, comprometerse a vivir en castidad; algunos individualmente y otros en comunidades, pero ninguno usa hábito y la mayoría tiene trabajos profesionales.
Los más famosos son los 'numerarios' o 'numerarias' pertenecientes al la prelatura apostólica Opus Dei o las consagradas en el movimiento Regnun Christi, ala laica de la congregación de origen mexicano Legionarios de Cristo.
El Papa calificó ese estilo de consagración como un 'ideal verdaderamente alto', en el cual no exige algún cambio exterior, pero que incluye un 'seguimiento del amor', una 'donación total a Cristo'.