Mientras la Procuraduría General de la República no sujete a proceso penal al ex delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social en el estado, Pedro Isaac Camarillo Adame, la tragedia en la mina Pasta de Conchos estará impune, consideró el gobernador Humberto Moreira Valdés.
Dijo que al estar enterado de que la carbonera de Industrial Minera México operaba en condiciones de extrema inseguridad, debió ordenar la clausura correspondiente y sin embargo evitó hacerlo. Señaló que esa decisión de Camarillo se tradujo en la muerte de los 65 trabajadores tras la explosión que ocurrió dentro del yacimiento la madrugada del domingo 19 de febrero de 2006.
Moreira justificó la contratación en su Gobierno de Raúl Sarmiento Villegas, uno de los cuatro ex funcionarios delegacionales de la STPS sancionados por la Secretaría de la Función Pública federal por haber incurrido en faltas administrativas que derivaron en el citado accidente minero. Dijo que el castigo en contra de Sarmiento “es una burla, una ofensa para los coahuilenses” pues en lugar de proceder en contra de Camarillo Adame, el Gobierno Federal se limitó a castigar sólo a funcionarios menores de la Secretaría del Trabajo.
“El hilo se rompe por lo más delgado. Nosotros estamos mostrando nuestra inconformidad de que vienen y castigan a quienes se encuentran en la menor posición, (como) jefes de departamento, inspectores y eso es una burla para los coahuilenses y para la gente de Pasta de Conchos, es una burla lo que nos hicieron, ahí se tiene que revisar qué pasó con el ex delegado, porque él era el que tenía delegadas las facultades por parte del secretario”, puntualizó.
