Los agentes del Ministerio Público son sujetos a evaluaciones constantes y se le da seguimiento a sus diligencias y actuaciones, señala Alfredo Hoyos Bañuelos, subdelegado de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC), en relación al señalamiento del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP) que califica a los funcionarios públicos de corruptos.
Sin embargo no hay reportes recientes de apercibimientos, suspensiones o bajas de agentes del Ministerio Público por fallas, incompetencia o excesos dentro de sus actuaciones, que en algunos casos dejan en estado de indefensión a las víctimas de un delito o, peor aún, se incrimina a personas ajenas que incluso llegan a ser privadas de su libertad, remitidas a prisión y los agentes siguen en sus puestos.
El subdelegado dijo que respeta los señalamientos de los diferentes sectores de la sociedad, pero que es con números reales como se conoce el desempeño de los agentes del Ministerio Público que semanalmente rinden sus reportes de averiguaciones previas iniciadas, consignadas o concluidas.
El organismo empresarial alzó la voz y pidió un cambio de todos los agentes del Ministerio Público en La Laguna de Coahuila. La petición será hecha de manera formal al gobernador Humberto Moreira.
Actualmente en la PGJEC delegación Laguna I laboran 29 agentes del Ministerio Público y 9 coordinadores de agencias. Fuentes de la Procuraduría señalan que independientemente de un cambio o no, de evaluaciones y sanciones correspondientes, lo que se requiere son más agentes investigadores para atender la creciente demanda de denuncias, la gran mayoría por delitos de robo en todas sus modalidades.
Las cifras para evaluar a los agentes del Ministerio Público pudieron haber sido manipuladas por ellos mismos hasta el mes de marzo del presente año, ya que anteriormente las denuncias se clasificaban como actas circunstanciadas y sólo a la hora de que había alguna consignación las registraban como averiguación previa. Ahora toda denuncia se registra como averiguación previa.
En la práctica sólo renuncian a su cargo los agentes del Ministerio Público que consiguen una mejor oferta de trabajo o son hostigados por no empatar con la forma de trabajo del delegado en turno; en los casos de deficiencias notables en su labor, son enviados a agencias distantes o “congelados” en otras áreas donde causen menor perjuicio pero sin dejar de pertenecer a la PGJEC.
