Un contingente de la Policía Federal irrumpió en el Centro de Readaptación Social del Estado para catear las celdas, pero fue repelido ayer por los reos a balazos y palazos, lo que arrojó 20 personas lesionadas.
En el amotinamiento que desataron los presos a la 1:00 y se prolongó hasta las 9:00 horas, hubo al menos tres enfrentamientos que dejaron un total de 13 reos y siete federales heridos.
De ellos, siete reclusos fueron reportados con heridas graves.
Héctor Sánchez, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, informó que los 300 elementos federales lograron catear tres de los cuatro edificios de la penitenciaría, pero al llegar al último, el de Procesados 4, fueron agredidos por los internos.
"Cuando los federales llegaron al edificio número cuatro, los internos ya habían roto los candados y salieron para tratar de evitar la revisión, lo que generó que de los otros edificios salieran otros para auxiliarlos en el enfrentamiento con la Policía Federal", explicó.
En el lugar de ese primer enfrentamiento, también conocido como "Almoloyita", por concentrar a los presidiarios más peligrosos, se decomisó una pistola calibre .380.
En un comunicado, el Gobierno del Estado reconoció que los agentes fueron repelidas a balazos por parte de uno de los internos, no identificado.
Lenin de la Rosa, subsecretario de Prevención y Readaptación Social, indicó que de los siete federales reportados como heridos, la mayoría de ellos fue por heridas con armas punzo cortantes y golpes propinados por los internos con piedras.
En ese primer enfrentamiento, según testimonios de esposas que se encontraban en visita conyugal, los agentes federales respondieron con gases lacrimógenos.
Al filo de las 3:30 horas los federales intentaron replegar a los reos lanzándoles gases lacrimógenos y disparos al aire; una hora después los internos consiguieron estallar un tanque de gas y apoderarse del área de la cocina para saquearla y socavar un hoyo en una de sus paredes para dispersarse hacia otras.
Al amanecer, los presos manifestaron, a través de escritos en cartulinas, no solo su inconformidad con el operativo, sino con la reclusión de integrantes de "Los Zetas", el brazo armado del Cártel del Golfo.