Un autobús de pasajeros fue objetivo de un terrorista en Buttala, a 220 km de Colombo en Sri Lanka, al menos 25 personas murieron. (EFE)
Un atentado con bombas y tiros atribuido a separatistas tamiles dejó ayer 25 muertos en un autobús en el sureste de Sri Lanka.
El ataque se produjo en momentos en que el Gobierno anuló oficialmente el alto al fuego con los rebeldes.
El portavoz militar, general brigadier Udaya Nanayakara, consideró evidente que los rebeldes -acusados de matar a dos personas más que huían del lugar del ataque, entre la maleza- perpetraron el ataque, el más reciente en una serie de hechos de violencia dentro del territorio controlado por el Gobierno.
“No hay otros grupos que operen en el área”, dijo. No fue posible localizar a voceros de los rebeldes para que emitieran comentarios, pero el grupo, considerado de organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, niega con frecuencia su responsabilidad en los ataques.
Si los Tigres de Tamil son responsables, se confirmará su nueva estrategia de atacar en el sur del país. El ataque pondría de manifiesto que el grupo está decidido a atacar blancos en esa zona generalmente marginada de la violencia mientras los militares siguen adelante con una ofensiva contra los territorios controlados por los rebeldes, en el norte.
El presidente Mahinda Rajapaksa condenó el atentado.
“Esta es una flagrante muestra al mundo del compromiso innegable que tienen (los Tigres de Tamil) con el terrorismo y el absoluto rechazo a la democracia y a todas las normas de comportamiento civilizado”, dijo.
El ataque ocurrió ayer por la madrugada en la población de Butala, unos 240 kilómetros al sureste de Colombo. Una bomba estalló cerca de un autobús, destrozando sus ventanas y ocasionando que los pasajeros huyeran. Luego, los atacantes les dispararon, según testigos.
“Todos los que salían por las puertas eran asesinados a tiros”, dijo un pasajero de 25 años, quien se identificó como Sampath. “Yo salté por una ventana y escapé”.
Las autoridades informaron que la explosión provino de una mina de unos 20 kilogramos, colocada a la vera del camino.
El ataque dejó 25 muertos y 63 lesionados, dijo Nanayakkara. Los asaltantes mataron por lo menos a dos personas más e hirieron a otras dos, cuando huían, añadieron los militares.
Poco después del ataque, una segunda bomba estalló al paso de un vehículo militar. Tres soldados fueron heridos, dijo Nanayakkara.
Los ataques podrían ser respuesta a la decisión del Gobierno de abandonar un alto al fuego decretado desde 2002. El miércoles se cumplía el último día de dicho acuerdo.
El alto al fuego fue violado en múltiples ocasiones en los últimos dos años. Al menos 5 mil personas han muerto desde el alto al fuego.
