Al menos cuatro personas, entre ellas una paciente de 13 meses, murieron al caer un helicóptero-ambulancia en un suburbio de Chicago, dijeron las autoridades ayer en la madrugada.
El helicóptero iba en ruta al Hospital Infantil Memorial de Chicago desde el de Valley West, en la localidad de Sandwich, cuando cayó unos minutos antes de la medianoche, dijo el vocero de la Policía de Aurora, sargento Robb Wallers.
La vocera del Memorial, Julie Pesch, dijo inicialmente que la paciente estaba siendo transportada al hospital por ataques epilépticos, pero luego indicó que sus síntomas no estaban claros.
El helicóptero pudo haber tocado un cable de una torre de radio de 228 metros de alto, antes de caer y quemarse, de acuerdo con las autoridades. El subjefe de Bomberos, John Lehman, dijo que había preocupaciones sobre la integridad estructural de la torre y que estaba siendo revisada.
Wallers indicó que la nave pertenecía a la empresa Air Angels Inc., servicio de transporte médico de emergencia con sede en el Aeropuerto Clow, en la localidad suburbana de Bolingbrook. Nadie respondió los teléfonos en las oficinas de Air Angels ayer por la mañana.
Sin embargo, el gerente de la empresa, Jim Adams, dijo al diario Chicago Tribune que la tripulación de la nave incluía a un piloto, enfermera y paramédico empleados de la empresa. Agregó que el piloto no informó sobre problemas mecánicos y el clima no presentaba riesgos.
De acuerdo con Wallers, la nave se estrelló en un campo cercano a un área residencial en el Este de Aurora, donde quedó cubierto en llamas. Nadie resultó herido en tierra firme.
El accidente en Aurora es el tercero para los helicópteros de Air Angels. En enero de 2003, la caída de uno de los aparatos mató al piloto, y las autoridades determinaron que todo se debió a una combinación de errores humanos y el clima. En agosto de 2007, fallos mecánicos causaron la caída de otra nave, sin dejar lesionados.
Asimismo, fue incidente fatal número 19 con helicópteros de transporte en el condado durante los últimos 12 meses. Varios sectores han señalado un incremento en el número de accidentes de transportes aéreos médicos y se preguntan si un mecanismo que está diseñado para salvar vidas no está en cambio causando muertes.
Imputan a tres técnicos tragedia de avión de Spanair
Tres técnicos de mantenimiento del avión de Spanair que el pasado 20 de agosto se estrelló en el aeropuerto de Madrid, en el que murieron 154 personas, han sido imputados por un juez español por homicidio imprudente.
El auto del juez que investiga el accidente aéreo imputa 154 delitos de homicidio imprudente y 18 de lesiones imprudentes -el número de heridos- al mecánico de Spanair Felipe G.R., al técnico de mantenimiento de aeronaves Julio N.B. y al jefe de mantenimiento de la compañía en el aeropuerto de Madrid, Jesús T.A.
La tragedia se produjo el pasado 20 de agosto cuando un avión McDonnell Douglas MD82 de Spanair que iniciaba un viaje hacia las Islas Canarias con 164 pasajeros y 9 tripulantes a bordo impactó contra el suelo junto a una de las pistas del aeropuerto de Barajas y se incendió.
El juez justifica la imputación por homicidio imprudente a los tres técnicos basándose en los indicios que apuntan que podrían ser responsables de la “no reparación satisfactoria” de las averías detectadas en la aeronave el pasado 20 de agosto.
