Enormes rocas que pesaban decenas de toneladas destruyeron el sábado un vecindario de viviendas precarias al este de El Cairo, matando a 20 personas, dijeron las autoridades. EFE
Algunos de los atrapados pudieron avisar por teléfono móvil a sus parientes sobre el lugar en el que se encuentran.
Al menos veinte personas murieron hoy y otras 28 resultaron heridas al desprenderse la ladera de un monte sobre un grupo de viviendas del este de El Cairo, informaron a Efe agentes de seguridad en el lugar de la tragedia.
El desprendimiento se produjo en la zona de Al Deuiqa, un área de casas de dos plantas de ladrillos construidas en condiciones precarias. Muchas de las rocas que cayeron son superiores en tamaño a las viviendas que aplastaron.
Aunque en un principio se habló de que había centenares de personas atrapadas entre las rocas y los escombros, las fuentes dijeron que no esperan que sean muchas, porque la gente que habitaba las casas estaba ya en sus puestos de trabajo.
Agregaron que muchas viviendas del área estaban vacías porque sus pobladores temían que se produjera una tragedia como la de hoy.
Vecinos consultados por Efe señalaron que desde hace tres años habían avisado de pequeños desprendimientos en la ladera que se cayó hoy, pero se quejaron de que no hubo ninguna actuación oficial.
Las labores de rescate, a cargo de equipos de bomberos y vecinos del lugar, se hacen a mano o con palas. También se emplean perros para intentar localizar a supervivientes.
Algunos de los atrapados pudieron avisar por teléfono móvil a sus parientes sobre el lugar en el que se encuentran.
Centenares de policías mantienen acordonada la zona y están presentes en el camino hacia el lugar para impedir el acceso de curiosos y ordenar las labores de rescate.
En la escena del desprendimiento hay una gran tensión, con decenas de personas llorando y gritando para buscar a sus parientes.
Las casas vecinas a la zona de la tragedia han sido desalojadas.
Aunque las autoridades locales han pedido grúas a una constructora para retirar las rocas que se desprendieron, varias horas después de que se desatara la tragedia no había llegado la maquinaria.