Aunque sus manos no volverán a esculpir grandes obras, ni de su boca saldrán aquellos diálogos que algún día estremecieron a cientos de asistentes, las esculturas, pinturas y obras de teatro en las que participara Juan Gerardo Van der Eslt Costa, han quedado en la memoria de los lerdenses y han formado parte de la historia de la ciudad que lo vio nacer.
Nacido un 14 de marzo de 1956, Van der Elst, fue el creador de monumentos públicos como: “El Padre”, único en Latinoamérica, localizado en la plazuela Juárez; “Alexia”, creado para celebrar el día internacional de la No violencia a la mujer; así como de celebridades históricas entre ellas “Guadalupe Victoria” y “Pancho Villa”.
Escultor nato, sin estudios de esta profesión, Juan Gerardo Van der Elst, se convirtió en pocos años, en uno de los más importantes de la región, “tanto que la comunidad libanesa de Ciudad Juárez, Chihuahua, lo mandó llamar para que esculpiera un monumento.
Fue entonces cuando en el 2000, nace “El Inmigrante Árabe”, ubicado sobre la franja fronteriza de aquella ciudad del norte del país.
Además, aún y sin contar con los conocimientos necesarios, Juan Gerardo restauró algas obras entre ellas: “La fuente de la Alegría”.
Para sus hijas, Cristina y Abril, pero sobretodo para Rosalba, su compañera y madre de sus hijas, las obras que ahora se convertirán en testigos mudos de aquel gran amor que Juan Gerardo entrega en cada una de ellas, “son muy significativas, es como un legado que se queda, no sólo para nosotros sino para la región... nos van representar como familia”, dice Rosalba.
El artista, además de esculpir importantes obras, que hoy son parte de la historia, colaboró en la organización del Festival de las Artes, en su primera edición en el 2006.
Cristina, su hija, cuenta que “aunque no trabajaba para el Ayuntamiento, el entonces director de Cultura, lo llamó para pedir su opinión, dada su experiencia en las artes, para organizar lo que era el Festival de las Artes, por lo que fue necesario viajará a la ciudad de Guanajuato para hacer algunos contactos”.
Pero no sólo eso, pues el escultor, dedicó gran parte de su vida a la actuación, participando en varias representaciones, la más actual “Un Siglo de Luz”, para celebrar los 100 años de Torreón.
“Su participación era totalmente altruista, además de apoyar a quienes lo necesitaban, lo hacía por amor a la actuación”, dice Cristina, quien heredó el gusto por la actuación.
Es por ello que, ahora que Juan Gerardo perdió la batalla contra el cáncer que le aquejaba desde hacía casi un año, su familia dice que “hemos perdido mucho”, sin embargo, se siente feliz al saber que sus esculturas y pinturas quedarán para siempre.
