Varios municipios continúan parcialmente incomunicados debido a los daños que se presentan en el puente “Lázaro Cárdenas” por las lluvias registradas en Veracruz. (El Universal)
Son San Luis Potosí, Tabasco, Chiapas, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas los más afectados.
Las intensas lluvias registradas en México durante los últimos 30 días han dejado un saldo de 42 personas muertas y 150 mil damnificados, de los cuales 10 mil 380 permanecen en albergues, informó una fuente oficial.
Las muertes están asociadas a desbordamientos de ríos y derrumbes parciales de cerros, detalló la responsable de Protección Civil de la secretaría de Gobernación, Laura Gurza.
“Estos lamentables hechos han dejado hasta el momento a 42 personas fallecidas en todo el país”, comentó la funcionaria a legisladores mexicanos pertenecientes a la Comisión de desastres naturales del Senado.
Gurza explicó que las precipitaciones intensas caídas entre el 15 de junio y 15 de julio fueron producidas por la onda tropical 12 y una tormenta en la región del Pacífico Sur.
Estos fenómenos provocaron que varios ríos se desbordaran y algunos cerros se derrumbaran parcialmente, ocasionando daños en caminos y carreteras. Los estados más afectados fueron los de San Luis Potosí, Tabasco, Chiapas, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.
La titular de Protección Civil exhortó a la población a obedecer los llamados de emergencia y acudir a los albergues para no poner en riesgo sus vidas. A principios de este mes, la Secretaría de Gobernación declaró varios municipios del país en estado de emergencia a causa de las lluvias.
En tanto, en el estado de Tamaulipas las autoridades continúan en alerta por las inundaciones causadas por el desbordamiento de ríos, que han afectado al menos a trece municipios y obligado a evacuar a 8 mil personas.
El titular de la secretaría de Protección Civil de Tamaulipas, Salvador Treviño, dijo ayer que, “aunque de momento todo está estable”, pues no llueve desde el fin de semana, se teme que hoy el agua alcance un nuevo nivel máximo en los municipios de Tampico, Madero y Altamira.
De momento, unas 15 colonias de Tampico y Madero, así como la mayoría de las comunidades rurales de Altamira, continúan inundadas por la crecida del Pánuco y el Támesi, pese a que estas vías fluviales no han recibido aún todo el volumen de agua proveniente de las tierras altas de la Sierra Madre Oriental.
El viernes pasado, en uno de los momentos más críticos, las autoridades locales aseguraron que el número de damnificados por las precipitaciones ascendía a 100 mil, aunque la mayoría de ellos ha preferido no abandonar sus casas.
Por otra parte, el Servicio Meteorológico Nacional anticipó para las próximas horas cielos nublados, lluvias y actividad eléctrica en el Sur del país, debido a la inestabilidad de la depresión tropical número 7 en el Pacífico, localizada a 630 kilómetros al Sur-Sureste de Puerto Ángel, en el estado de Oaxaca.
Llega ayuda alimentaria a Tamaulipas
En el Sureste de Tamaulipas, donde continúa la alerta sanitaria, la ayuda alimentaria llega en helicópteros a familias aisladas por las lluvias y el desbordamiento de ríos y lagunas de la región; empero, habitantes denunciaron que aún no han visto la ayuda gubernamental.
El primer helicóptero con despensas llegó al municipio de González, considerado zona de desastre a raíz de las lluvias que afectaron comunidades rurales, caminos vecinales y cultivos de los municipios de Tampico, Madero y Altamira, entre otros.
El alcalde de González, Erwin Verlage, aseguró que los apoyos fluyen desde el inicio de la emergencia, sin distingos de colores y sin esperar la llegada de los recursos federales del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Ante la amenaza de que se registren brotes epidemiológicos, la Secretaría de Salud continúa en alerta, por lo que se mantienen activos 26 refugios temporales, en los que se han otorgado 6 mil consultas médicas.
Ante un peor escenario que se espera por mayor desbordamiento de los ríos Pánuco, Támesi y el sistema lagunario, el Ejército ya monitorea con sobrevuelos las zonas bajas de la zona conurbada y las autoridades de Protección Civil de Tampico adelantaron que prohibirán la navegación de lanchas en el Pánuco.
‘Salimos con el agua a la cintura’ Villahermosa, Tabasco.
El hijo de Sara del Carmen Arias Arias, es uno de los 12 bebés que aún desconocen la privacidad de un hogar, pues nació en este albergue para damnificados de la inundación de 2007, cuya creciente destrozó los domicilios de sus familias.
A sus tres días de nacido y aún sin ser registrado, el infante ignora los casi nueve meses que su madre ha vivido sin hogar, desde que fue gestado hasta su nacimiento.
Con apenas 17 años, Sara del Carmen relata que apenas había tenido a su hijo, cuando la creciente del río Grijalva los expulsó de la casa donde residían en la colonia Gaviotas Norte. “Salimos con el agua a la cintura. No nos dio tiempo de sacar las cosas pues ya estábamos rodeados de agua”, recuerda junto a su primogénito en el módulo que habita, de techo de lámina de zinc y paredes de madera. El espacio es de dos por tres metros cuadrados.
Igual viven los otros mil 101 damnificados que habitan el albergue del Centro Recreativo de Atasta, instalado en noviembre pasado, inicialmente coordinado por el Ejército Mexicano, pero que a partir del 17 de enero quedó en manos del DIF-Tabasco.
Las 352 familias están en espera de que el Instituto de Vivienda de Tabasco (Invitab) concluya la construcción de las casas que les serán asignadas para que radiquen en definitiva. La mayoría proviene de las colonias populares Gaviotas, Casa Blanca, Tierra Colorada e Insurgentes.
La esperanza de que contarán con una vivienda segura y mejor de la que tenían, “los mantiene firme y estabilizados emocionalmente”, no obstante que vivir así se torna pesado, señala el director de Desarrollo Integral de la Comunidad del DIF-Tabasco y responsable del albergue, Raúl Morales Martínez. En este “refugio temporal” viven 442 infantes de 0 a 13 años; 629 personas de 14 a 59 años y 30 más de 60 años en adelante.