Su espectáculo fue del romanticismo a la festividad, provocando hilaridad con sus ocurrencias. (NTX)
Durante poco más de una hora Jorge “Coque” Muñiz deleitó a una nutrida concurrencia con los temas de “Serenata”, su más reciente producción discográfica, y una selección de chistes de todos colores que provocaron las carcajadas de decenas de admiradores convocados por una estación de radio.
Luego de poco más de dos décadas “Coque” se ha ido consolidando en el mundo del entretenimiento nocturno como un “show man”, que compite con otras figuras de la farándula nacional.
El jalisciense domina el escenario como pocos y prueba de ello es que además de cantar muy a su estilo temas que otros, hasta su propio padre, Marco Antonio Muñiz, han colocado en la preferencia del auditorio desde hace años, Jorge interpreta magníficamente los boleros, el rock and roll, las baladas y alguna que otra ranchera.
Como ha sido su costumbre y acompañado de su banda, a la que jocosamente llama “Las Hamburguesas Asesinas”, “Coque” abrió su show con La Otra Parte de Ti, melodía que lo identifica plenamente.
Luego realizó un periplo musical con temas de diversos autores, sobresaliendo el ya fallecido Álvaro Carrillo.
Así, entre interpretación e interpretación “Coque” fue llevando al público del romanticismo a la festividad, además de provocar minutos de hilaridad con sus ocurrencias.
El cantante se dejó querer y en momentos se puso provocador lanzando su grito de batalla: “Y aunque a algunos no les guste ¡Arriba las Chivas!”, lo que bastó para que el público se dividiera brindándole aplausos y rechiflas.
Jorge aprovechó para agradecer a su nueva casa discográfica por la oportunidad de volver a grabar un disco que le ha dado ya muchas satisfacciones en menos de un semestre, alcanzando altas ventas.
El actor y conductor de televisión sabe cómo manejar a su público y luego de un par de baladitas hizo un receso para contarles varios chistes; así, en su repertorio caben los que hablan de “jotitos”, de compadres, comadres, de lunamieleros y viudas.
Luego regresó a lo suyo y los acordes de Los Hombres no Deben Llorar, del argentino King Clave que permanece en el gusto de la gente desde la década de los 70.
Levantó un coro, Jorge se calló y dejó que el público cimbrara el lugar de la colonia San Rafael, en la Ciudad de México.
Ya en confianza y sabiendo que tenía al público a su merced, le cambió el final a dicha canción y provocó la risa al señalar que él sólo lloró cuando el Monterrey le metió ocho goles a sus Chivas.
Uno de los momentos emotivos de la noche fue cuando osadamente el hijo de Marco Antonio Muñiz se bajó del escenario para meterse entre las mesas y de inmediato las admiradoras lo cercaron y le dieron besos.
Las imitaciones no estuvieron fuera de su “show”, sobre todo cuando cantó algunos clásicos imitando a José José, Juan Gabriel y a su padre, lo que de nueva cuenta provocó la risa de los asistentes.
Su repertorio que incluyó Quiero Abrazarte Tanto, Levántate no Pidas más Perdón, Cómo Fue y Contigo a la Distancia, entre una decena más de canciones, dejaron satisfecho a un auditorio que se entregó con vivas y aplausos para “Coque”, quien con la mano en el corazón se retiró del escenario.
