El presidente de Bolivia, Evo Morales, pronuncia unas palabras a su llegada al aeropuerto internacional de Santiago de Chile, ciudad en la que los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), se reunen con carácter de emergencia para buscar soluciones al conflicto que desde hace semanas enfrenta Bolivia. EFE
El presidente boliviano Evo Morales denunció el lunes un intento de "golpe de estado cívico-prefectural" en su país y afirmó que la reunión de los mandatarios sudamericanos convocados por la gobernante chilena Michelle Bachelet será importante para la unidad de su país y de Sudamérica.
Poco después, llegó el presidente venezolano Hugo Chávez y avaló la denuncia de Morales.
"Aquí en Bolivia está en marcha una conspiración internacional, facturada y dirigida por el imperio norteamericano, tal cual como ocurrió aquí en Chile (en 1973)", afirmó.
"Están tratando de derrocar al presidente Evo Morales...la conspiración ha sido elaborada, facturada por el gobierno imperialista. (Pero) América Latina ha cambiado, ya no somos los mudos de hace 35 años y aquí estamos los presidentes de los gobiernos de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para discutir, para debatir, para oír al presidente Morales y para tomar decisiones de apoyo a la democracia boliviana...", añadió Chávez.
Por su parte, el canciller chileno Alejandro Foxley adelantó que "el punto básico a proponerse hoy día es la instalación de una mesa de diálogo" en Bolivia, que pueda ser acompañada por la Presidencia de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur, y por el Secretario General de la Organización de Estados Americanos, OEA, el chileno José Miguel Insulza. Foxley precisó que los mandatarios resolverían al representante de la Unasur para encabezar esa mesa de diálogo.
Foxley enfatizó que se trata de "acompañar", no de intervenir en Bolivia.
Ya están en Chile los presidentes de Paraguay, Bolivia, Venezuela y Ecuador.
En el aeropuerto internacional Morales agradeció la convocatoria y señaló que "vengo acá a explicar a los presidentes de Sudamérica sobre un golpe de Estado cívico-prefectural de algunos departamentos gestado en los últimos días, con toma de instituciones, saqueos, robo a instituciones del Estado, intento de asalto a la policía nacional, a las fuerzas armadas, acciones terroristas que intentaron cortar los gasoductos, pero sobre todo cómo algunos grupos ejercitan delitos de lesa humanidad..", añadió Morales.
Agregó que "somos democráticos, pero también hay algunos grupos que gestan la división de Bolivia".
"Esta reunión de presidentes será muy importante para buscar no solamente la unidad de Bolivia sino de Sudamérica", concluyó.
A su llegada el secretario general de la OEA dijo que "la situación se ha ido agravando efectivamente y hemos llegado a un punto en que o se acuerda un inmediato fin de las hostilidades, de los problemas, y se pasa a la negociación, o ya la situación se puede poner irreversible, por eso es importante que se tomen decisiones".
Bachelet convocó a la cumbre en su calidad de presidenta Pro Témpore de la Unasur, creada en mayo, porque dijo que el organismo no puede permanecer "impávido" ante la situación en Bolivia.