Desplazados congoleses se preparan para pasar otra noche en un campo de refugiados a las afueras de Goma, en la República Democrática del Congo, tras los enfrentamientos entre rebeldes y soldados del Ejército. (EFE)
Realizan en Goma medio día de luto en memoria de las víctimas de los enfrentamientos.
La misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC) acusó ayer al líder de las fuerzas rebeldes Laurent Nkunda y a las milicias progubernamentales de esa nación africana de llevar a cabo crímenes de guerra.
El señalamiento, al que se sumó la organización de derechos humanos Human Rights Watch, fue lanzado ayer cuando la ciudad de Goma observó medio día de luto en memoria de las víctimas de las últimas confrontaciones ocurridas en la cercana localidad de Kiwandja.
Los presuntos crímenes que refiere la MONUC ocurrieron esta semana en Kiwandja, durante la ocupación por fuerzas rebeldes, que habrían dejado decenas de civiles muertos, que se presume fueron ejecutados, reportó la emisora congoleña Radio Okapi.
El jefe de la MONUC, Alan Doss, indicó en rueda de prensa en Goma que aún no está claro qué fue exactamente lo que ocurrió, pero que los investigadores siguen trabajando sobre las graves violaciones a los derechos humanos que se cometieron en Kiwandja.
En el marco de los enfrentamientos, que han propiciado el desplazamiento de miles de personas, las fuerzas rebeldes llevaron a cabo ejecuciones sumarias, indicó por separado Human Rights Watch en un comunicado.
Sin embargo, Doss afirmó que “ambos bandos cometieron crímenes de guerra que no podemos tolerar” y refirió que según testimonios de residentes, las milicias progobierno mataron a personas acusadas de apoyar a los rebeldes, y que éstos a quienes respaldan a las milicias.
Los testigos relataron incluso que muchas personas fueron ejecutadas con disparos a la cabeza mientras caminaban por la calle o cuando los hombres armados irrumpían casa por casa.
“¿Cuánta evidencia hace falta para probar que Laurent Nkunda es un criminal de guerra?”, se preguntó Human Rights Watch al asegurar que testigos presenciales estimaron al menos 26 muertos y 30 heridos en “las operaciones de limpieza de los rebeldes” en Kiwandja.
Las acusaciones de ambas entidades tuvieron lugar un día después de la cumbre internacional para el conflicto en la República Democrática del Congo (RDC) en Nairobi, Kenia, que concluyó con un llamado al cese al fuego inmediato.
Líder rebelde seguirá su lucha
En la zona alta de las montañas Mushaki, en medio de una tormenta tropical, el caudillo del Congo Laurent Nkunda recorre una granja de ladrillo, en proceso de desmoronarse, con su físico fuerte envuelto en un mantón rojo y negro, seguido por un cordero de mascota llamado Betty.
Durante los cuatro años de su rebelión, Nkunda ha sido acusado de cometer crímenes de guerra y delitos contra la humanidad. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos se han preguntado desde hace años por qué el Gobierno del Congo y las fuerzas de pacificación de la ONU no lo arrestan.
Hablando con la AP, Nkunda desestimó las denuncias: “La Corte Internacional realizó investigaciones y no encontró y nunca ha encontrado pruebas contra Laurent Nkunda. Es normal que el Gobierno del Congo acuse a sus antagonistas”.
El conflicto en el Oriente de la República Democrática del Congo obedece a un odio étnico enconado que dejó la matanza en 1994 de medio millón de tutsis en la vecina Ruanda, así como las guerras civiles del Congo, de 1996-2002, que atrajeron a los vecinos del país hacia una carrera por pillar la riqueza de mineral.
Nkunda desertó del Ejército en 2004, alegando que necesitaba proteger a su diminuta minoría tutsi de las milicias hutu de Ruanda. Desde entonces, entiende que su misión es “liberar” el Congo de un Gobierno al que califica de corrupto. Nkunda llamó a un cese unilateral de hostilidades la semana pasada, cuando sus fuerzas alcanzaron las afueras de Goma, pero la tregua se desbarató.
“Continuaremos la lucha y pelearemos hasta (la capital) Kinshasa”, aseguró. “Hay un problema aquí”, dijo. “Tenemos que aprender... a querer servir a nuestro país. Hay una falta de amor por nuestro país”.