Una Red de 250 organizaciones defensoras de los derechos humanos denunció ayer el recrudecimiento de la discriminación racial en Estados Unidos, una situación que se refleja en violaciones de derechos de los inmigrantes, en casos de brutalidad policial y en el trato a los detenidos.
Una delegación oficial de EU presentará en los próximos días el informe periódico de ese país al Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial, que se reúne en Ginebra.
Con ese motivo, la Red presentó ayer a activistas y representantes de ONG estadounidenses que coincidieron en señalar que la discriminación es más notoria desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la puesta en marcha de la llamada “guerra contra el terrorismo”.
El ataque terrorista y las políticas adoptadas por Washington desde entonces han favorecido “un ambiente de creciente hostilidad hacia los inmigrantes”, declaró el activista Jamil Dakwar.
En un extenso documento presentado a la ONU, la Red Americana de Derechos Humanos también denuncia casos de violencia doméstica y problemas de acceso a la justicia, a la vivienda, a la salud, a la educación y al empleo para las minorías, incluidos afroamericanos, indígenas, hispanos y musulmanes.
Por otra parte, la representante de la ONG Human Rights Watch, Alison Parker, dijo que los castigos físicos en las escuelas son más frecuentes contra niños negros que en blancos, al igual que sucede en los casos de sanciones penales.
El director ejecutivo de la Red de ONG, Ajamu Baraka, señaló que las audiencias del comité de la ONU “pondrán en evidencia que la excepción estadounidense ha permitido que el Gobierno eluda su obligación de enfrentar la realidad de discriminación racial y opresión en Estados Unidos”.
Según la profesora de derecho de la Universidad de Harvard y miembro de la Red, Lisa Crooms, un cambio de inquilino en la Casa Blanca podría aportar una mejora, aunque reconoció que la independencia de los jueces de la Corte Suprema, nombrados de por vida, limitaría un eventual impacto positivo.