El diario estadounidense The Washington Post denunció ayer el acoso sistemático contra latinos por parte del personal del alguacil del condado de Maricopa, y pidió la intervención federal contra lo que calificó de “parodia de la justicia” en Arizona.
En su editorial titulado “El reino del sheriff Joe”, el rotativo refirió el caso del mexicano Jesús Ortega Melendres, quien ingresó a Estados Unidos el año pasado usando una visa válida hasta 2016 y un permiso del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos.
“El señor Ortega tenía todas las razones para creer que estaba del lado correcto de la Ley, excepto por un pequeña falta: tener la piel morena en el condado Maricopa”, anotó.
El periódico capitalino indicó que Ortega llevaba en Estados Unidos apenas tres semanas en septiembre de 2007 cuando los agentes del alguacil Joe Arpaio detuvieron el auto en que viajaba.
Pese a que mostró sus documentos a los oficiales, Ortega narró haber sido esposado, tratado bruscamente, encarcelado y finalmente entregado a las autoridades federales de inmigración, que lo liberaron poco después.
Durante las nueve horas que permaneció detenido, nadie le ofreció un traductor ni explicación alguna del trato del que era objeto, así como tampoco alimentos o agua. “Tampoco le explicaron sus derechos. No es de sorprenderse que el señor Ortega tenga ahora miedo de ser visto en público”, señaló el diario.
Añadió que la experiencia de Ortega está incluida en una demanda radicada la semana pasada en una Corte federal de distrito en Arizona contra Arpaio, su oficina y el condado Maricopa (que incluye a la capital estatal, Phoenix).
La querella narra episodios similares, incluyendo uno que involucra a Celia Meraz y Manuel Nieto, ciudadanos estadounidenses que dicen haber sido bajados de su auto a punta de pistola, esposados y amenazados por agentes del alguacil que parecieron ofenderse porque la pareja escuchaba música de una estación de radio en español.
La demanda expone un patrón de prejuicio racial en la oficina del alguacil, que al parecer usa sistemáticamente el más trivial pretexto -por ejemplo no encender las luces direccionales del auto- para verificar los documentos de personas de origen hispánico.
“Al equiparar raza con situación migratoria, la oficina del alguacil ha hecho que desplazarse en el condado Maricopa sea riesgoso y a veces aterrador para muchos latinos, inmigrantes y nativos por igual”, apuntó el Post.
“El niega las acusaciones de prejuicio racial aun cuando sus agentes practican algo que se le parece mucho. Es tiempo de que las autoridades o las cortes federales intervengan para detener lo que se ha convertido en una parodia de la justicia en Arizona”, puntualizó el rotativo.