Trabajadores de Resguardo y Seguridad en la Cámara de Diputados denunciaron la intención de las autoridades administrativas, encabezadas por Guillermo Haro, secretario general de la Cámara Baja, para obligarlos a renunciar a sus plazas de base, con lo que perderían sus derechos laborales ganados desde hace diez años.
Un grupo de elementos de Seguridad, encabezado por Orlando Serratos quien dijo representar a 19 de sus compañeros, acudió a la sala de prensa de San Lázaro para denunciar un atentado contra sus derechos laborales, y a su antigüedad.
Los afectados, quienes adelantaron que no cederán a la pretensión de renunciar a su base y adelantaron que procederán jurídicamente para defenderse, destacaron el apoyo que han tenido por parte de diputados como Layda Sansores (Convergencia).
“Ojalá hubiera más diputados como ella”, dijo Orlando Serratos.
Denunciaron que Guillermo Haro ha aplicado la máxima de “cooperas o cuello” para obligarlos a renunciar a su base, y firmar un nuevo contrato con una plaza de confianza.
En esa situación se encontraban 74 trabajadores a mediados de diciembre y hasta el momento 55 han accedido a firmar la renuncia a su base y la nueva plaza, “por presiones”.
Denunciaron que ya está lista una licitación para que una empresa de seguridad privada para que opere en la Cámara de Diputados.
Hoy viernes los trabajadores inconformes con este movimiento laboral tendrán una reunión en el edificio “E” de San Lázaro, a las once de la mañana, para negociar y tratar de llegar a un arreglo.
Los trabajadores dijeron ganar ocho mil pesos mensuales.
