La Comisión Estatal de Derechos Humanos reconoce que los penales no cumplen con su función de readaptar a los delincuentes.
FUNDAMENTO
Ante todo se deben respetar las garantías individuales.
Durango. La pena capital no forma parte de los nuevos esquemas de justicia tales como los juicios orales, determina Carlos García Carranza, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Pero el sistema de purgación de sentencias actual no cumple con el cometido que se planteó de lograr la readaptación de los criminales a la sociedad, por eso, se debe modificar el modelo para que el Estado logre que los delincuentes sean reinsertados en la cadena de producción o en la vida social. Así lo percibe el Maestro en Derecho.
Explica que la reforma penal debe derivar en que ya no se interne en los penales a tantas personas por delitos menores, sino que se repare el daño y que cumplan con otra sanción.
Tendencia. Dice que los juicios orales se fundamentan en un modelo garantista y que está ligado al respeto de los derechos humanos. “Cuando una persona está sujeta a proceso, el procedimiento será más transparente, más ágil, de mayor acercamiento y entonces no solamente se verá el aspecto legal, es decir, la hipótesis contenida en la norma, si no otros aspectos sociales y sicológicos que rodearon para la ejecución de ese delito”, declara.
En el nuevo marco jurídico en materia penal no tiene cabida la pena de muerte, insiste García Carranza. “La parte final busca reinsertar al presunto responsable en la sociedad cuando haya cumplido su sentencia”, refiere.
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
