Los salones de la Escuela Primaria Rural Seis de Diciembre, ubicada en el ejido Saucillo, fueron acondicionados como habitaciones. Un total de 22 familias de Venustiano Carranza viven ahí desde el domingo pasado.
Los tres salones escolares de la Primaria Rural Seis de Diciembre, en el ejido Saucillo, desde el domingo pasado por la noche, se convirtieron en las habitaciones de 67 personas, entre mujeres, niños y ancianos que pertenecen al poblado Venustiano Carranza, antes Hacienda de Hornos.
En helicóptero tuvieron que ser desalojados por su seguridad. Aunque la resistencia fue mucha, pues nadie quería dejar sus casas. Aunque han recibido ayuda por parte del Gobierno viesquense, de la Secretaría de Salud, del IMSS en cuanto a acciones de prevención y atención médica, lo cierto es que están en una situación muy crítica, porque les hacen falta muchos productos necesarios para su bienestar como agua purificada, ropa, pañales, cobijas y dinero para el traslado de los niños y jóvenes a sus escuelas.
Ayer al mediodía las señoras preparaban una sopa de fideo para todos y esperaban las tortillas. Los alimentos sólo son para ellos, pues sus maridos “están lejos, ni cómo llevarles un taquito”.
Debajo de un tejabán, las familias acondicionaron el comedor. “No cabemos, los techos de los salones están desgastados y se gotean, por eso, pedimos hules para no mojarnos”, explicó Lorena Nájera Marín.
“Somos 22 familias, 67 entre niños de 6 meses hasta 3 años, quienes necesitan pañales, además hay un joven con discapacidad que también los necesita”, dijo la señora, luego de justificar que cuando los trajo el helicóptero, no pudieron sacar muchas cosas de sus pertenencias.
Como no hay acceso a su ejido, no pueden ir por su ropa, la que están lavando y tendiendo sobre un mezquite. Más que la de ellas, les preocupa la escasez de prendas para bebés, “pero lo más grave, creemos, es que el agua purificada se acaba y no podemos tomar, pues el agua de la llave que viene del ojo de agua se contaminó, pues le entró el agua del Aguanaval”. Este problema también afecta a los habitantes de Margaritas y Saucillo. Además, como sus esposos no trabajan el carbón, porque el monte está anegado, “no hay recursos, no tenemos dinero para mandar a nuestros hijos a las escuelas”.
Las madres de familia solicitan al Gobierno de Viesca, las apoye con una unidad para el traslado de los niños y jóvenes a los planteles. “Los que están en secundaria, van a la que está en Emiliano Zapata, los de primaria a Margaritas, aunque el maestro está viniendo por ellos”.
Las amas de casa de Venustiano Carranza dicen que se salieron del poblado, precisamente pensado en la escuela de sus hijos. “Como vienen muchos días de lluvia, 42 según las noticias, sería mucho tiempo dejarlos sin sus clases, por eso decidimos venir aquí, para que eso no sucediera..., sin embargo, ahora sin dinero para el camión, estamos viendo que saldrá lo mismo que habernos quedado allá...”, expuso Lorena.
