Un total de 350 familia fueron evacuadas del municipio de Río Blanco, en el estado mexicano de Veracruz, por un derrame de petróleo en unas instalaciones de la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex).
En un comunicado, Pemex informó de que el derrame se registró a las 03.25 hora local (09.25 GMT) en el oleoducto de 24 pulgadas de diámetro Nuevo Teapa-Venta de Carpio, a la altura de la colonia Azteca de esa localidad, "a causa de la colocación de una toma clandestina".
Personal de Pemex se trasladó al lugar y "bloqueó la válvula de cierre rápido de la conexión ilícita", indicó la nota, según la cual "la cantidad de producto derramado no ha sido determinada".
La petrolera estatal también indicó que Veracruz, en el Golfo de México, es el estado "que registra mayor número de tomas clandestinas en la República Mexicana" e hizo un llamado a los ciudadanos a que denuncien esas acciones que "atentan contra el patrimonio y seguridad del país".
Por su parte, el subsecretario de Protección Civil del estado, Ranulfo Márquez, informó a la prensa en Veracruz de que el volumen de petróleo derramado asciende a 15 mil litros, de los cuales 10 mil ya han sido retirados de la zona.
Para ello, la empresa petrolera emplea una unidad de presión-vacío del Sector Mendoza de Pemex Refinación, una de sus divisiones.
En declaraciones a los medios locales, el alcalde de Río Blanco, Raúl Vera, afirmó esta mañana que la fuga ha sido controlada y que la zona fue acordonada por efectivos de Protección Civil municipal y del Ejército.
El edil señaló también que se espera que los afectados regresen en las próximas horas a sus hogares desde un auditorio de la localidad al que han sido trasladados.
Petróleos Mexicanos, el tercer productor de crudo del mundo en términos de volumen, sufrió el año pasado varios accidentes, el más importante de ellos en una plataforma en el Golfo de México, con un saldo de una veintena de muertos.
Además, fue objeto de varios atentados con explosivos, sin víctimas pero con cuantiosos perjuicios económicos, obra del grupo guerrillero Ejército Popular Revolucionario, lo que llevó a las autoridades a reforzar la seguridad en sus instalaciones.