En lo que es la tierra cultivable, las abras son más notorias.
El agua del río Aguanaval ya rodea al ejido Venustiano Carranza. Por seguridad, un helicóptero del Gobierno del Estado desde el lunes pasado sacó del poblado a mujeres, niños y ancianos. Ayer continuó con los hombres, quienes eran los que se resistían a dejar sus pertenencias.
El regidor Nelson Omar de León informó que alrededor de 80 familias tuvieron que dejar sus viviendas por la amenaza del caudal, que ya cerca al ejido. “Aún no ha llegado a las casas, pero está muy cerca el agua y por eso, la gente no debe quedarse, pues la situación ahí ya es delicada”, aseguró.
Ayer, el helicóptero que sacó al primer grupo hizo lo mismo con los hombres que serían trasladados al Auditorio Municipal de Viesca, Coahuila, donde más tarde se reunirá con ellos el resto de sus familias. Ahí estarán seguros y recibirán todo el apoyo necesario.
Por otra parte, la presencia de grandes abras en los ejidos Zaragoza, San Manuel y La Fe también mantiene intranquila a la gente. Son fisuras muy marcadas en la tierra que han aparecido en las casas y otras son más notorias en la superficie cultivable.
“Es por el agua del río Aguanaval y por las lluvias que hemos tenido, también los canales traen mucha agua y cuando empieza a humedecerse la tierra, se comienza a abrir por muchas partes, hasta a las viviendas llegan las abras y eso nos da mucho miedo”, platicó Mariana Juárez del ejido Zaragoza, una mujer de la tercera edad.
Aquí la gente se ha acostumbrado a vivir con ese temor y lo que hacen es tapar las abras. “Cada que viene el agua pasa esto, pero nadie hasta el momento nos ha ayudado y vivimos con el Jesús en la boca por lo que nos pueda pasar”, comentó Beatriz Sánchez del ejido La Fe.
La mujer mostró la situación en que se encuentra la vivienda de su hija Graciela, donde en el piso se nota una abra. “Aquí por donde se levanta el piso está hueco, seguramente está un gran hoyo abajo, que no se ve por el piso de cemento”, explicó.
En alerta
El río Aguanaval registró ayer en la estación de La Flor de Jimulco un gasto de 206 metros cúbicos por segundo, por lo que autoridades de los tres niveles de Gobierno se mantienen alerta en el sector. El director de Protección Civil de Matamoros, Francisco de León, informó ayer que se esperaba un aumento en los días siguientes. “Por eso, debo decir que para Matamoros, más que el río Nazas, es de más cuidado la situación del Aguanaval porque se trata de aguas broncas”.
En relación a las acciones de resguardo en toda la franja del Aguanaval, declaró que en Petronilas se sigue trabajando en el reforzamiento de los bordos que estaban presentando debilitamiento. “Ahí seguirán trabajando las máquinas todo el tiempo que sea necesario, de hecho, llevamos más gasolina para evitar que paren”.
