En Guerrero se requiere de una mayor vigilancia y atención a los cuerpos policiales.
El Siglo de Durango
Vicente Guerrero, Dgo.- El municipio de Vicente Guerrero es un pueblo sin ley donde abunda el narcomenudeo por lo que se necesitan oficinas de alta seguridad policial, pues se teme la deserción en conjunto de los preventivos en estos días.
Elementos policiales señalan a El Siglo de Durango que el narcomenudeo creció en los últimos cinco años y en las colonias es un lastre que prolifera, y por esa causa se suscitan constantes balaceras.
PARA MUESTRA
Como ejemplo, señalan que los policías que vigilan estos lugares corren un grave peligro, ya que no cuentan con armas seguras, chalecos antibalas; en fin, les falta equipo de comunicación.
Señalan que existe mucha presión de parte de sus familias, concretamente de sus esposas; por eso muchos de ellos piensan seriamente en desertar de la corporación, pues están desprotegidos a merced de los delincuentes.
PROMESAS FALSAS
Las autoridades del trienio pasado siempre les decían que iban a traer gente muy capacitada, pero nunca lo hicieron y siguieron en las mismas condiciones por todos estos años.
“Ahorita, después de los crímenes más recientes, sólo hemos visto tres agentes de la Policía Judicial que se encuentran hospedados en un hotel; por otro lado, no sabemos si nos van a dar mejores armas y salarios”.
CORREN PELIGRO
“Hace dos meses en un salón de baile de la colonia Ejidal se suscitó un pleito y los delincuentes agarraron a los compañeros policías a pedradas y botellazos, se tuvieron que retirar”, señalan.
Hay mucho joven drogadicto y hasta frente a la Presidencia Municipal los jovencitos se dan el lujo de fumar marihuana, ya que se siente el fuerte olor a varios metros a la redonda, advierten.
Insisten en que se edifiquen oficinas de alta seguridad en el municipio, pues la Dirección Estatal de Investigación (DEI) entra poco al pueblo y esto lo aprovechan los delincuentes.
CARENCIAS
Los 40 policías nunca disponen de parque, ya que sólo les entregan cinco a seis balas para sus pistolas calibre .38 o 9 milímetros; además, cuentan con un arma AR-15 y carecen de chalecos antibalas, por lo que exponen seriamente sus vidas.
Los agentes de Seguridad Pública señalan que las armas de cargo son calibre .38 y un radio de banda civil, con el que se mantienen en comunicación constante y tampoco poseen uniformes dignos.
PIDEN MEJORES ARMAS
En virtud de esta situación, piden mejores armas para hacerle frente a la delincuencia, que sin duda ya sentó sus reales en Vicente Guerrero desde hace varios años y crece en forma alarmante.
“Tenemos que dar la cara para defendernos; no queremos que nos pase lo mismo que al compañero que murió en servicio, pues muchos agentes ya andan con temor. Por eso muchos estamos pensando en dejar la corporación; la Policía no tiene garantías”, señalaron.
“El patito feo” de la sociedad
Mientras los policías aseguran que prevalece la presencia del narcomenudeo en Vicente Guerrero, el director de Seguridad Pública, Máximo Ávila, sostiene que ese problema no existe en el municipio y como mejor prueba señala no tener un decomiso de droga ni un detenido por esa causa.
Los preventivos piensan seriamente en dejar la corporación, pues no soplamente se enfrentan a problemas de la drogadicción en el municipio, sino a la prepotencia de los padres de familia que solapan las irregularidades de sus hijos.
El alcalde, Fernando Enrique García Solís, está consciente de que la gente en Vicente Guerrero trata al policía como el “patito feo” de la sociedad, por lo que prácticamente se ha perdido el respeto por este servidor público que diariamente expone su vida por mantener el orden y la paz social.
Al parecer, la Administración tiene planes de cambiar esta situación, tanto en la capacitación de los preventivos como en las acciones a realizar en la sociedad en general.
El 11 de febrero iniciará un curso a cargo de profesionistas de Guerrero, quienes recibirán un temario de la Dirección de Seguridad Pública para aplicar nuevos conocimientos del derecho y la defensa personal.