La organización ambientalista Oxfam presentó ayer en la ciudad de Poznan, Polonia, una pieza de hielo con la que llamó la atención de los miles de participantes en la 14 Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático. La escultura de hielo “Retrasar Mata” urge a tomar medidas urgentes. (Notimex)
Los delegados a la conferencia climática de la ONU acordaron ayer desbloquear millones de dólares para ayudar a los países pobres a afrontar las consecuencias del cambio climático.
El acuerdo es uno de los logros principales de negociadores que esperan llegar a un nuevo tratado sobre cambio climático durante el año próximo.
El delegado bengalí Mozaharul Alam dijo que los ministros reconocieron el derecho legal de usar un fondo que tiene actualmente unos 60 millones de dólares.
Hasta el presente, el Fondo de Adopción no podía operar porque su junta de Gobierno no tenía el poder de firmar contratos.
Alam dijo que podría pasar un año antes de que los fondos lleguen a los países destinatarios.
“Esto podría ser un resultado obtenido en Poznan”, dijo Kit Vaughan, de la organización activista WWF-Britain.
El fondo se nutre con un impuesto del 2% en las inversiones que las naciones industrializadas realizan en proyectos ambientalistas en el mundo en desarrollo. Los negociadores han analizado otras formas de dotar al fondo de miles de millones de dólares.
El acuerdo fue una de las pocas medidas concretas que los delegados se comprometieron en Poznan al comienzo de las negociaciones el primero de diciembre. Los delegados de casi 190 países negocian un nuevo acuerdo sobre el cambio climático, que debe ser completado el próximo diciembre en la capital danesa de Copenhague y que reemplazará al protocolo de Kyoto cuando expire en 2012.
El ex vicepresidente estadounidense Al Gore, que compartió el premio Nobel de la Paz del año pasado, pidió a los reunidos que se centra en la reducción de las emisiones globales de carbono, que han comenzado a alterar las condiciones climáticas en la Tierra.
Gore pidió a los jefes de Estado que convoquen varias conferencias sobre el cambio climático en los próximos 12 meses para facilitar el acuerdo de Copenhague.
Este desafío “afecta la sobrevivencia de la civilización humana”, insistió Gore.
“No podemos negociar con los hechos, no podemos negociar con la verdad sobre la situación, no podemos negociar con las consecuencias de la emisión cada 24 horas de 70 millones de toneladas de contaminación ambiental global en la tenue capa de la atmósfera que rodea nuestro planeta”, agregó.
Obama, esperanza contra cambio climático: Gore
El ex vicepresidente de EU Al Gore aseguró ayer en la cumbre del clima de Poznan que el nuevo presidente electo de su país, Barack Obama, al que definió como la gran esperanza en la lucha contra el cambio climático, impulsará un acuerdo para lograr la reducción de emisiones en todo el mundo.
“Yes we can!”, dijo Gore, haciendo suyo el lema de Obama, para terminar una intervención que inició con una advertencia: “La Tierra, nuestro hogar, está en peligro”.
El Premio Nobel de la Paz y premio Príncipe de Asturias afirmó que con el nuevo Gobierno estadounidense Washington dejará de estar al margen de la comunidad internacional e impulsará un acuerdo al que hoy se resisten muchos países.
“Puede hacerse, vamos a finalizar el camino en Copenhague, es algo más que un deber político, es una cuestión moral”, dijo entre ovaciones, en referencia a la próxima cita de la Organización de las Naciones Unidas en la capital danesa, donde en 2009 deberá adoptarse un nuevo acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto.
Para Al Gore, la “supervivencia de la especie humana” está en juego si no se logran medidas concretas para reducir los gases contaminantes, algo que, según aseguró a un auditorio entregado, Obama hará posible.
“Barack Obama ha dicho que Washington falló antes, aunque eso cambiará cuando yo llegue”, recordó ante multitud de jóvenes de todo el mundo que hicieron también suyo el lema demócrata y corearon el “Yes we can!” en el recinto de la conferencia.
El mensaje de optimismo, dijo, también llega de países como China o Brasil, cada vez más involucrados en la guerra contra el cambio climático.