El 2 de abril próximo se cumplirán tres años de la muerte del extinto Papa Juan Pablo II. (Archivo)
Descartan que Benedicto XVI tenga preparada una beatificación sorpresa.
El prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, José Saraiva Martins, descartó ayer la posibilidad de una beatificación rápida o de un proceso acelerado del siervo de Dios Juan Pablo II.
En declaraciones a la prensa rechazó la posibilidad de que Benedicto XVI tenga preparada una “beatificación sorpresa” para el 2 de abril próximo, cuando se cumplan tres años de la muerte del extinto Papa y cuando encabece una misa en su recuerdo.
“Benedicto XVI concedió ya la dispensa para que el proceso de canonización de Juan Pablo II pudiese iniciar con anticipación respecto a la norma canónica que exige esperar cinco años de la muerte”, indicó el purpurado. Aclaró que esto no significa que haya autorizado otras derogaciones al procedimiento por lo cual el camino “al honor de los altares” de Karol Wojtyla debe mantener su recorrido regular.
Reconoció que existe “gran expectativa” en la Iglesia y en el exterior por la importancia de la figura pero que la intención del actual líder máximo de los católicos es que este caso “recorra el itinerario normal de cualquier siervo de Dios”.
En sus declaraciones el purpurado habló de otra causa de beatificación que espera avanzar, la del obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, asesinado en marzo de 1980 mientras celebraba misa presumiblemente por sicarios del Gobierno.
Al respecto Saraiva Martins explicó que el caso mantiene su curso, que se están estudiando los detalles de su figura, sus escritos y homilías por lo cual consideró que el mismo “entra dentro de la normalidad”.
Agregó que, en casos como el de Romero, es necesario tener una “certeza absoluta” que el martirio se dio por verdadero “odium fidei” (odio a la fe) y no porque la persona fuese considerada como un simple enemigo político del régimen.
“Cuando no aparece claro el motivo del asesinato, fuera de toda duda, entonces debe investigarse para aclarar los puntos hasta el final”, añadió.
El caso de Romero es controvertido porque durante la década de los 70 fue un ferviente defensor de los pobres y denunció abiertamente las violaciones a los derechos humanos de parte del Gobierno, con lo cual se convirtió en una figura de la oposición al régimen.
En sus homilías y escritos se identificaron muchos elementos vinculados con la llamada “teología de la liberación”, alternativa política práctica posteriormente rechazada por El Vaticano por vincular ideologías socialistas con la Iglesia Católica.
Supera Benedicto XVI a su antecesor en declaración de santos
En casi tres años de pontificado Benedicto XVI superó en un 300 por ciento a su predecesor Juan Pablo II en cuanto al número de nuevos beatos y santos declarados en el mismo lapso de tiempo, reveló ayer El Vaticano.
Según reportó la sala de prensa de la Sede Apostólica, en lo que va del actual Papado se beatificaron un total de 563 siervos de Dios y se declararon como santos 14 beatos, para un total de 577 causas canónicas llevadas a término.
“Un número considerable teniendo en cuenta que, en poco más de dos años y medio de Pontificado, son casi un tercio de las causas de Juan Pablo II en 27 años (de Gobierno de la Iglesia)”, señaló un comunicado.
De hecho Benedicto XVI tiene una marca muy superior a Juan Pablo II, quien en sus primeros tres años de labor apostólica beatificó sólo a 19 siervos de Dios aunque, en ese periodo de tiempo, no pudo elevar a la dignidad de santo a ningún católico.
El primer santo del Papado de Karol Wojtyla llegó hasta el 20 de junio de 1982 cuando en la Basílica de San Pedro se reconoció a Crispino de Viterbo (1668-1750), religioso franciscano capuchino.
En el rubro de ceremonias de beatificación y canonización el Papado actual superó ampliamente al anterior ya que desde abril de 2005 a la fecha se registraron un total de 44 ritos, mientras que de 1978 a 1981 fueron sólo cinco.
DISPENSA
“Benedicto XVI concedió ya la dispensa para que el proceso de canonización de Juan Pablo II pudiese iniciar con anticipación respecto a la norma canónica que exige esperar cinco años de la muerte”.
JOSE SARAIVA MARTINS, PREFECTO DE LA CONGREGACIÓN PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS DEL
VATICANO