Los principales líderes demócratas del Congreso de Estados Unidos reconocieron ayer que, ante una apretada agenda legislativa y los comicios generales de noviembre próximo, no habrá espacio ni tiempo este año para una reforma migratoria integral.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ofrecieron un discurso en el que, punto por punto, criticaron las políticas del presidente George W. Bush en asuntos internos y de política exterior.
“Creo que será muy difícil lograr una reforma migratoria integral en 2008”, dijo Reid, al destacar los fallidos esfuerzos del Senado por lograr un acuerdo de legalización el año pasado.
Reid recordó que Bush prometió invertir capital político en el asunto, pero “su ayuda no nos consiguió mucho (...) sólo tuvimos a doce (senadores) republicanos que nos apoyaron para lograr una reforma migratoria integral”.
El problema de la inmigración ilegal, que incluso tiñe la contienda presidencial este año, es un asunto que generó diversas propuestas legislativas pero también provocó grandes divisiones en el Congreso el año pasado.
Una de esas fallidas propuestas incluía la legalización de buena parte de los doce millones de inmigrantes indocumentados, que se calcula, viven en Estados Unidos, pero que la mayoría de los republicanos se empeñó en tachar de “amnistía inmerecida” para quienes violan las leyes migratorias.
El líder demócrata del Senado insistió en que el fracaso de ese plan de reforma no fue por falta de voluntad política de su partido, sino porque líderes republicanos se opusieron a cualquier propuesta que ayudase a resolver el problema de la inmigración ilegal en Estados Unidos.
“Cada vez que ofrecemos un proyecto de Ley, ellos quieren construir muros más altos, más anchos, y promueven medidas punitivas que creo que verdaderamente son miopes”, se quejó Reid.
Por su parte, Pelosi remachó que, para lograrse esa reforma, se requerirá un mayor liderazgo del presidente Bush, y advirtió que “si (la reforma) no ocurre en el Senado, no va a ocurrir”.
Pelosi mencionó que, de todas formas, los legisladores tendrán que continuar trabajando para lograr una reforma que fortalezca la seguridad fronteriza, haga cumplir las leyes al interior del país, proteja a los estadounidenses y respete las contribuciones de los inmigrantes a la economía nacional.
Asimismo, Pelosi enumeró la serie de medidas que gozaron de apoyo bipartidista el año pasado pero que, en su opinión, “han quedado eclipsadas por la guerra en Irak porque el presidente no quiere ver la realidad de esta guerra sin fin”.