Descartan la posibilidad de que los productores estadounidenses inunden el mercado con producción de maíz blanco o amarillo. (Archivo)
Pese a que continuará una balanza comercial deficitaria en el mercado mexicano de maíz, la apertura del sector agropecuario y la producción doméstica otorgan a México la certeza de abasto suficiente.
En los últimos años, el país registra cifras récord en producción de maíz blanco y la estimación para la cosecha otoño-invierno 2008 es que mantendrá este comportamiento, aseguró la subsecretaria de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía (SE), Rocío Ruiz Chávez.
Detalló en entrevista, que México es autosuficiente en la generación de maíz blanco, pues los productores cada vez obtienen mayor rendimiento del grano por hectárea.
“Con esa mejora en la productividad y con las cifras crecientes de producción, considero que para lo que es tortilla tenemos maíz suficiente, afortunadamente no habrá escasez relativa”, factor que generó la crisis de precio en el alimento básico en enero de 2007.
Aunque se desconoce la cifra exacta, habrá maíz blanco suficiente para abastecer el mercado de harina y de nixtamal para la producción de tortilla, sostuvo.
Además, la demanda inusual que reportó hace 12 meses el sector pecuario se resolverá este año con la liberación del maíz amarillo decretada desde el uno de enero, pues “preferirán abastecerse de este producto dado su precio más bajo y su mayor valor alimenticio”.
Sin embargo, reconoció que las condiciones para modificar el tradicional comportamiento deficitario que registra la balanza comercial del maíz se mantendrá sin cambios.
Para este año “yo creo que vamos a seguir importando maíz (quebrado, blanco y amarillo), alrededor de diez millones de toneladas fueron las que se importaron en años pasados, ahorita no creo que podamos llegar a ser superavitarios ni en leche ni en maíz”.
De acuerdo con datos del Banco de México, hasta noviembre pasado las exportaciones totales de maíz sumaron un valor de 68.2 millones de dólares, y el de las importaciones se ubicó en mil 406.9 millones, lo que significó un déficit comercial de mil 338.7 millones.
La SE indica que las importaciones de maíz (amarillo, blanco y quebrado) en el primer mes de este año observaron un “brinco importante” al ubicarse en 931 mil 357 toneladas, un crecimiento de 6.3 por ciento respecto a las 875 mil 799 toneladas, promedio mensual, observado durante 2007.
En el caso de las compras del tipo amarillo, las estadísticas indican que sumaron 850 mil 43 toneladas, es decir, 33.8 por ciento más que el promedio mensual del año pasado, y del maíz blanco crecieron 187.4 por ciento, al pasar de 21 mil 932 a 63 mil 26 toneladas.
Sólo la importación de maíz quebrado disminuyó 91.6 por ciento, al pasar de 218 mil 722 toneladas, en el periodo referido, a sólo 18 mil 287 toneladas. Sin embargo, “enero no es el mes más representativo para comparar las importaciones que haremos este año”, además la compra del exterior “no depende sólo de que baje el arancel, sino de que haya mercado”, hay un incremento importante pero nada desproporcionado, sostuvo Ruiz Chávez.
Aclaró que aunque la apertura del mercado agropecuario entró en vigor este año, la dependencia vigila y monitorea las compras del exterior para evitar un crecimiento desordenado o inesperado, en particular en maíz, frijol, leche en polvo y azúcar.
“Hay mecanismos en los propios tratados para hacer una defensa de la producción nacional, desde pláticas hasta solución de controversias entre los países que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)”.
Por ello, aclaró la funcionaria, se “esfumó” la posibilidad de que los productores estadounidenses inundaran el mercado con producción de maíz blanco o amarillo, pues el vecino país tiene hoy una gran demanda del grano como alimento y como energético, por la producción de etanol.
En cuanto a la posibilidad de que los productores nacionales se interesen más por abastecer al mercado estadounidense, precisó que eso lo evitará el Programa de Compras Anticipadas de la Secretaría de Agricultura.
En dicho programa se establece una fórmula “que trata de tener el precio mexicano a nivel de precio de indiferencia con Estados Unidos, no puede ser más alto que perjudiquemos al resto de la cadena productiva que lo consume, ni tan bajo que convenga exportarlo”.
Por lo anterior hoy estamos mejor que hace un año, tanto en precios como en abasto, “no creemos que haya riesgo de desabasto ni de volatilidad en los precios”, concluyó la funcionaria.
