Las FARC manifestaron en un comunicado difundido ayer su negativa a dialogar con el Gobierno de Colombia mientras Álvaro Uribe sea presidente y, por el contrario, expresaron su deseo de reunirse con el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega.
“Se ha demostrado hasta la saciedad que Uribe no está programado por los gringos (EU) ni para el canje ni para la paz”, señala el secretariado del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una carta reproducida por el canal Telesur.
La principal organización guerrillera colombiana manifiesta también que “sólo un nuevo Gobierno, verdaderamente democrático, surgido de un Gran Acuerdo Nacional, podría retomar el camino de la búsqueda de una solución política al conflicto social y armado que vive Colombia”.
La carta lleva fecha del 26 de junio y, por tanto, es anterior a la operación militar que el 2 de julio liberó a 15 secuestrados por las FARC, entre ellos Ingrid Betancourt y tres estadounidenses, y también al posterior anuncio del Gobierno de Uribe de que busca un contacto directo con esa guerrilla.
En la carta, el secretariado de las FARC dice que quiere reunirse “personalmente” con el mandatario nicaragüense o con un “delegado” suyo para hablar de “asuntos de la guerra y de la paz” en Colombia.
La organización guerrillera agradece además a Ortega “por su inamovible solidaridad” en “momentos tan difíciles” como los vividos tras los “asesinatos” de los dirigentes “Raúl Reyes” e “Iván Ríos”, y la muerte de Manuel Marulanda Vélez, su líder y fundador.
Las FARC destacan también la “muy valiente” decisión de Ortega de “conceder asilo político a las guerrilleras Susana y Diana, sobrevivientes del ataque artero de Bogotá y Washington al campamento transitorio de ‘Raúl (Reyes)’”.
Luis Édgar Devia, alias “Raúl Reyes”, murió el pasado 1 de marzo en un ataque militar colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador, en el que también resultaron heridas otras 26 personas.
También en marzo José Juvenal Velandia, alias “Iván Ríos”, fue asesinado por su propio jefe de seguridad, que entregó la mano derecha del rebelde a las autoridades como prueba, y el día 26 de ese mes murió el fundador y máximo líder de la organización, Pedro Antonio Marín, alias “Manuel Marulanda Vélez” o “Tirofijo”, de muerte natural, según las FARC.
En su misiva, la guerrilla enmarca el ataque militar colombiano del pasado 1 de marzo en “la hipócrita política antiterrorista del imperio (que) intenta chantajear el decoro de gobiernos independientes y satanizar las luchas de los pueblos”.
Las FARC sostienen que su “alzamiento armado está tutelado por el derecho universal y plenamente justificado como respuesta legítima a la violencia del Estado” colombiano. “La oligarquía liberal conservadora” en Colombia ha “barrido a tiros” y “disparado sistemáticamente” contra los “revolucionarios” y sus intentos de conformar un “movimiento político alternativo”, agregan.
“Bien lo saben nuestros hermanos sandinistas que enfrentaron la barbarie de (Anastasio) Somoza, que los revolucionarios no escogemos la forma de lucha, sino que ésta la impone el enemigo”, dicen las FARC.
“Mientras se mantengan las causas políticas, económicas y sociales que la generaron, la lucha armada nunca perderá vigencia. Nos alzamos en armas por la paz con justicia social, y triunfaremos. Habrá nuevo poder, Nueva Colombia, Patria Grande y Socialismo”, agrega la misiva.
Rechaza guerrillero haber cometido traición
Uno de los dos rebeldes de las FARC detenidos el pasado 2 de julio por el Ejército colombiano durante el rescate de quince secuestrados, negó haber traicionado a esa guerrilla, como se afirmó en la reacción del grupo insurgente, dijeron ayer sus abogados.
El guerrillero Gerardo Antonio Aguilar, alias “César”, aseguró que no traicionó a las FARC para entregar a los rehenes, como afirmó ese movimiento insurgente en un comunicado divulgado el pasado viernes.
“César” fue detenido junto con Alexander Farfán Suárez (alias “Enrique Gafas”), en la operación en la que el Ejército liberó a la ex candidata presidencial, la colombo-francesa Ingrid Betancourt, a los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves y a once militares y policías colombianos.
El abogado Rodolfo Ríos señaló que el guerrillero “César” declaró al fiscal investigador que “en ningún momento traicionó a las FARC”.
El guerrillero detenido, de acuerdo con su defensor, agregó que “todo el mundo sabe que (el rescate) fue producto de una Inteligencia militar sumamente avanzada, sobre todo en la interceptación de las comunicaciones telefónicas”.