Voluntarios prosiguen con la remoción de escombros en el colegio “La Promesa Evangélica”, ubicado en el sector de Petion Ville, en Puerto Príncipe (Haití). (EFE)
Los equipos de rescate asignados a la búsqueda de víctimas luego del derrumbe de una escuela en Haití dijeron ayer que ya no esperan encontrar sobrevivientes en la zona, mientras se volvía más penetrante el hedor de la muerte entre los escombros.
Bomberos franceses y haitianos utilizaban sondas de ultrasonido, cámaras y sabuesos en busca de víctimas entre los restos del edificio, tres días después de que la estructura de concreto se desplomó causando la muerte de al menos 94 estudiantes e hiriendo gravemente a 150 más.
Varios cadáveres fueron sacados ayer, cubiertos de polvo, mientras que los radares y las cámaras detectaron otros.
El capitán estadounidense Michael Istvan dijo que las posibilidades de encontrar a más supervivientes era remota y agregó que el número de víctimas probablemente no aumentaría demasiado.
También ayer el propietario y encargado de la construcción de la escuela, el predicador protestante Fortin Augustin, se presentó ante un juez. Las autoridades lo investigaban por homicidio no premeditado, dijo el vocero de la policía Garry Desrosier.
No hay evidencias de sobrevivientes desde que cuatro niños fueron sacados el sábado por la mañana, dijo Daniel Vigee, jefe de un equipo de rescate francés con sede en Martinica.
Los rescatistas intentaban en las zonas donde los vecinos dijeron escuchar voces o habían recibido llamadas telefónicas de los sobrevivientes atrapados, pero sin tener éxito.
Finalmente, antes del amanecer abrieron nuevas zonas a la búsqueda, derribando una pared de concreto de dos pisos que se mantenía apenas en pie luego del derrumbe.