El ex congresista Óscar Tulio Lizcano, cautivo durante más de ocho años por las FARC, ofreció ayer una conferencia de prensa en un hospital de Cali (Colombia), en la que lo acompañó su esposa Martha de Lizcano (der.). El ex rehén, quien se escapó del cautiverio con el guerrillero que lo custodiaba, pidió al Gobierno colombiano no olvidar a los demás secuestrados que se están “pudriendo” en la selva. (EFE)
Estaban escondidos 120 morteros en una localidad rural.
Las autoridades de la capital colombiana descubrieron 120 morteros que al parecer pertenecen a la guerrilla de las FARC en la zona rural del Este de la ciudad, informaron ayer fuentes policiales locales.
El arsenal de guerra estaba escondido en las montañas de Usme, que es una de las localidades de Bogotá, dijo el comandante de la Policía Metropolitana, el general Rodolfo Palomino.
El oficial explicó en una reunión con la prensa que el hallazgo se registró el miércoles, dentro de una investigación conjunta de los servicios policiales de Inteligencia y de lucha contra la extorsión y el secuestro.
“Son artefactos con los que fácilmente se pueden cometer atentados terroristas a distancia”, advirtió el general, que indicó que se trata de armas de sesenta milímetros.
Palomino dijo que en el escondite se hallaron panfletos del Bloque Oriental de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los morteros tenían como destino los frentes o facciones rebeldes que actúan en la ciudad y Cundinamarca, departamento del que también es capital Bogotá, y las regiones vecinas del Meta y Tolima, señaló el jefe policial.
En la operación no se presentaron detenciones.
El hallazgo es el segundo de este tipo de armas que se registra en el país en los últimos días, después del reciente decomiso de 39 morteros en los Farallones de Cali, que fueron hallados por un batallón militar de alta montaña.