El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama presentó al nuevo responsable del Departamento de Asuntos de Veteranos de Guerra, el general retirado y ex jefe del Ejército de EU Eric K. Shinseki, (der.), en Chicago, Illinois. (EFE)
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, designó ayer como próximo secretario de Asuntos de Veteranos de Guerra al general retirado Eric K. Shinseki, un ex jefe del Estado Mayor del Ejército que alguna vez fue criticado duramente por el Gobierno saliente, por oponerse a su estrategia en la guerra de Irak.
Obama anunció la designación de Shinseki, el primer general de cuatro estrellas de ascendencia japonesa en el Ejército, durante una conferencia de prensa en Chicago.
Shinseki se convirtió así en el primer asiático-estadounidense en ocupar el puesto de secretario de Asuntos de los Veteranos, tornando el Gabinete de Obama aún más diverso en lo étnico.
“Creo que el general Shinseki es exactamente la persona idónea que será capaz de cerciorarse de que rindamos honores a nuestras fuerzas cuando vuelvan a casa”, dijo Obama en una entrevista con la cadena NBC transmitida ayer.
La gestión de Shinseki como jefe del Estado Mayor, de 1999 a 2003, estuvo marcada por fricciones constantes con el secretario de la Defensa, Donald Rumsfeld. La tensión estalló en 2003, cuando Shinseki testificó ante el Congreso que se requeriría de cientos de miles de soldados estadounidenses para controlar Irak después de la invasión.
Rumsfeld y su principal colaborador Paul Wolfowitz dijeron que esa declaración estaba “sumamente errada” y se forzó la salida del general del Ejército en cuestión de meses, pero las palabras de Shinseki resultaron proféticas a comienzos de 2007, cuando Bush anunció un “aumento” en las fuerzas emplazadas en Irak, tras calcular mal el número necesario para combatir la violencia sectaria.
Obama dijo que eligió a Shinseki para el puesto porque “estuvo en lo correcto” al pronosticar que Estados Unidos necesitaría más fuerzas de las que Rumsfeld consideró en Irak.
Obama promete no fumar en la Casa Blanca
El presidente electo Barack Obama prometió ayer que no fumará en la Casa Blanca. “Hubo ocasiones en las que caí en la tentación”, dijo el presidente electo al ser preguntado en una entrevista de televisión si logró superar el hábito.
“He desempeñado una magnífica labor pese a las circunstancias, al lograr ser una persona mucho más sana”, indicó. “Y creo que no verán que viole norma alguna en la Casa Blanca”, dijo ayer al canal de televisión NBC.
Obama dijo a la revista Men’s Health en una entrevista para el número difundido en noviembre que deseaba haber tenido más tiempo para estar en forma y que ocasionalmente fuma un cigarrillo.
Obama indicó en esa entrevista que fumó un cigarrillo en un par de ocasiones durante la campaña electoral. “Empero, pensé que ya que me postulo para presidente, debo otorgarme cierto margen de confianza”, agregó.