Las autoridades se preocupan más por los actos protocolarios que por atender la grave problemática de la inseguridad en los municipios convertidos en focos rojos.
Vicente Guerrero, Dgo.- Desprotegidos, y a merced de la delincuencia organizada, se encuentran los municipios limítrofes de Durango y Zacatecas, pues la gente y la policía observan las camionetas de sicarios desplazarse de un lugar a otro, sin que nadie les ponga un alto.
Tanto Vicente Guerrero, Durango, como Chalchihuites, Zacatecas, carecen de director de Seguridad Pública, y en Sombrerete el Director escucha hablar de sicarios y mejor no toca el tema.
Municipios limítrofes.
En los tres municipios limítrofes, los policías carecen de armamento adecuado, de patrullas, de equipo de comunicación o de estrategias para el combate, ya que muchos son agentes improvisados que llegan de rancherías y son contratados.
Aunque esta situación se denunció desde hace muchos meses, poco o nada han hecho las autoridades municipales de estas demarcaciones, resaltando más el desinterés del alcalde de Chalchihuites, Juan Nava Peña.
Incapacidad policial.
El foco rojo destacado por el Ejército, ante la presencia de bandas de sicarios, es Vicente Guerrero. Ahí hay un jefe policial interino, que hasta el momento ha demostrado poco interés por el encargo que se le otorgó.
Las ejecuciones y enfrentamientos entre sicarios están a la orden del día y éstos se pasean por la zona de tolerancia, que constituye un gran imán para la delincuencia.
Carencias evidentes.
Se anunció la llegada de 10 patrullas más, pero la burocracia ha imperado, pues mientras el crimen organizado actúa, las autoridades municipales esperan que el gobernador, Ismael Hernández Deras, desocupe su agenda para hacer la entrega oficial.
Chalchihuites tiene 16 policias sin uniformes, con armas prestadas a particulares y son los peor pagados de Zacatecas, tanto que el Alcalde les prometió un aumento del 4 por ciento, desde hace dos meses, y no se los ha dado. Semanas atrás fue destituido su director, Abundio Garcia Ruiz, y la Dirección está sin cabeza.
Sombrerete.
En Sombrerete es la misma situación: hay un cuerpo policial de alrededor de 80 elementos, pero carecen de armamento adecuado y cada policía sólo cuenta con 10 balas para defenderse.
Se prometió la llegada de más patrullas que no han llegado; las demás son obsoletas, además de que no hay equipo para todos y unos tienen que esperar turno para que les toquen armas.
El Director de Seguridad Pública evade el tema del crimen organizado, ya que desde septiembre pasado desapareció el anterior director, Cenobio Puente, y hasta el momento se desconoce su paradero.
Tolerancia.
La gente de los tres municipios señala que los sicarios se pasean impunemente por las calles, duermen en los hoteles y los policías sólo los miran de lejos. En los tres municipios se habla de que han alquilado algunas bodegas en las comunidades para esconder sus autos y armas y por eso no los detectan.
Sicarios se pasean libremente
La ciudadanía de las comunidades de Vicente Guerrero, Nombre de Dios y Sombrerete señala que frecuentemente observan cómo pasan las camionetas hacia la Sierra, donde nunca se ven elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) ni de la Policía Estatal.
Si quisieran hacer algo, ya lo hubieran hecho, pero no hacen nada y esto va a seguir, “pues a la Policía no la vemos por ningún lado en nuestras comunidades”, señalan.
Exigen a las autoridades más atención al problema de la seguridad pública, acabar con la tolerancia y proceder con su deber, pues el pueblo paga sus impuestos para recibir los servicios más elementales como el de referencia, pero aquí parece que están en manos de la delincuencia, donde impera el más fuerte.
Cuando el Ejército hace presencia vuelve la tranquilidad como que las fuerzas policiales cada vez pierden credibilidad, ya que se teme al hecho de tener filtraciones de capos en las mismas corporaciones.
Esperan que la vigilancia realizada en estos días sea permanente hasta expulsar de la región a los grupos de sicarios que han sembrado el terror y la muerte desde principios de año.
Por Brisia Arlette Ramírez.
El Siglo de Durango
Cifras
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Patrullas esperan en el municipio de Vicente Guerrero, pero el burocratismo impide que se pongan a funcionar en la vigilancia y prevención del delito.
Municipios limítrofes presentan problemas de inseguridad como Vicente Guerrero, Chalchihuites y Sombrerete, donde los sicarios se pasean libremente.
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Policías tiene Chalchihuites y con salarios de hambre como la mayoría de los preventivos de los municipios vecinos, la gente prefiere otro empleo.