Talento, originalidad y versatilidad, mostró el maestro Jesús Medina director invitado a dirigir la Camerata de Coahuila en su concierto de la segunda serie de la temporada 2008.
Bajo la batuta del carismático director regiomontano, Jesús Medina, se escuchó en el Teatro Nazas, uno de los mejores conciertos de la segunda serie de la temporada 2008, que ofreció el pasado viernes la Camerata de Coahuila. Con música de dos grandes compositores, Ludwig V. Beethoven y Wolfgang A. Mozart, la orquesta lagunera, salió airosa ante la exigencia del programa y el director invitado.
Con gran versatilidad y talento, características del director invitado, los espectadores desde un inicio, no sólo tuvieron la oportunidad de escuchar una interpretación impecable de la Sinfonía número 38 en Re Mayor, imagen íntima de Praga, del compositor austriaco Wolfgang A. Mozart, sino también un extraordinario lenguaje visual en la dirección de Medina, quien invitaba constantemente al público a seguir sus movimientos, como si fuese parte esencial de la ejecución.
Los tres movimientos que integraron la primera parte del programa, el Adagio- Allegro, el Andante y el Presto, recordaron la antigua forma musical en tres movimientos, aunado a la experiencia del director invitado y la solidez de la orquesta lagunera, que a pesar de interpretar una obra de gran densidad expresiva y una complejidad formal, introdujeron a los espectadores en un íntimo y reflexivo aspecto de la Praga que describe en sus notas el compositor austriaco.
Para después del intermedio continuó el ambiente clásico de la noche, la Sinfonía Número 4 en Si Bemol Mayor, del compositor alemán Ludwig V. Beethoven, marcó la segunda y última parte de un concierto dividido en dos obras de dos grandes compositores. Después del intermedio las cuerdas y los vientos demostraron un excelente nivel de interpretación que fue aprovechado al máximo por el maestro Medina.
Los cuatro movimientos que integran la obra de Beethoven, el Adagio-Allegro vivace, el Adagio, el Allegro vivace y el Allegro ma non troppo, permitieron que el ambiente de misterio reservado que existe en el primer movimiento, se disfrutara también de manera visual por parte de los espectadores que observaban el repentino cambio de movimientos que de una manera particular realizaba el maestro Medina, en el cambio del segundo movimiento más humorístico, de activa felicidad.
Sin duda uno de los mejores conciertos de la temporada disfrutaron los laguneros asistentes al Teatro Nazas. La combinación del talento del maestro Medina, con la excelente selección del programa y el nivel de los músicos de la Camerata, hicieron una de las noches musicales más especiales de lo que va del año.
