El Gobierno Federal lanzó el Fondo Nacional de Infraestructura, que constituye una respuesta oportuna ante las señales de una desaceleración de la actividad económica de Estados Unidos e iniciará con 40 mil millones de pesos y en lo que resta de la Administración Federal se canalizarán 270 mil millones de pesos adicionales.
Agustín Carstens, secretario de Hacienda, señaló que dicho fondo constituye una de las piezas clave de una política económica deliberadamente contracíclica.
“Precisamente por que no desdeñamos las tendencias económicas del entorno, no nos quedamos cruzados de brazos; no queremos ser arrastrados por las tendencias, queremos reaccionar oportunamente ante ellas”, destacó.
En un evento desarrollado en la Residencia Oficial de Los Pinos y ante el presidente Felipe Calderón, Carstens mencionó que este fondo iniciará con un monto de recursos líquidos de más de 40 mil millones de pesos, los cuales, aunados a la inversión prevista en el Presupuesto 2008, podrían generar mas de cien mil empleos durante este año.
El responsable de la política económica del país expuso que este Fondo nace de un Decreto presidencial en el que se ordena a Banobras modificar el Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas (FARAC), para que se transforme en el nuevo Fideicomiso Fondo Nacional de Infraestructura.
Asimismo, el decreto ordena extinguir el fideicomiso llamado Fondo de Inversión en Infraestructura (Finfra) para que sus fines, patrimonio y proyectos se transmitan al nuevo Fondo Nacional de Infraestructura.
En su intervención, Luis Téllez, secretario de Comunicaciones y Transportes, señaló que este nuevo fondo es fundamental para el éxito del Programa Nacional de Infraestructura.
“Gracias a su creación, al que tenga aseguradas sus fuentes de fondeo y a que éstas se complementen con recursos privados, será posible para México financiar este programa”, destacó.
El funcionario aprovechó para asegurar que el entorno de la economía mexicana está lo “suficientemente maduro” para atraer más inversiones en el corto plazo.
Agregó que a pesar de la incertidumbre que se ha visto en los mercados internacionales, persiste un interés claro de inversionistas nacionales y extranjeros para aportar sus recursos a proyectos de infraestructura de largo plazo en el país.
El presidente Felipe Calderón, señaló que el rubro de la infraestructura es el pasaporte de entrada al México del futuro y “si hoy tomamos las decisiones correctas este país llegará a tiempo a su cita para estar entre las más grandes economías del mundo”.
Acompañado por el gobernador del Banco de México (Banxico), Guillermo Ortiz; el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y el empresario Carlos Slim, el mandatario reconoció que la meta en infraestructura es ambiciosa, pero absolutamente factible.
