Dan tratamiento riguroso a los pacientes con duración de 6 meses, el cual no debe interrumpirse.
En lo que va de este año (hasta el 3 de mayo) se han detectado siete casos nuevos de tuberculosis, enfermedad que ha mantenido su incidencia en la Región Lagunera mediante un control estricto que se sigue de los pacientes y quienes están a su alrededor.
La encargada del departamento de Epidemiología de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, María del Socorro Montelongo, informó que el programa de Prevención y Control de la Tuberculosis establece un tratamiento riguroso a los pacientes con duración de seis meses, el cual no debe interrumpirse bajo ninguna circunstancia, pues de lo contrario, el enfermo puede presentar recaídas y empeorar su estado físico.
Refirió que a través de los criterios de dicho programa, se ha logrado mantener la incidencia del padecimiento, pues además del enfermo, sus familiares o quienes tienen una convivencia cercana con éste deben someterse a estudios para descartar un posible contagio de la infección.
Además, el suministro del medicamento debe ser supervisado por los médicos, de tal forma que durante todo ese periodo de tiempo, el paciente debe acudir a la unidad de salud y ante la presencia del doctor, tomarse la dosis indicada.
“Se ha tenido que hacer de este modo porque la experiencia nos ha enseñado que una vez que se siente bien, el paciente suele abandonar el tratamiento y esto provoca serias recaídas que además, nos afectan a nosotros también porque debemos duplicar esfuerzos en la atención”, aunado a que el proceso infeccioso se vuelve resistente a los medicamentos.
Cuando un paciente concluye el tratamiento en ese periodo y vuelve a presentar síntomas, se le proporciona un retratamiento por un lapso de hasta ocho meses.
Cabe señalar que la tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas que más sufrimiento y muerte han causado en la historia de la humanidad, y aunque existen tratamientos eficaces y asequibles, se considera que actualmente el uno por ciento de la población mundial la padece.
La tuberculosis causa una mayor incidencia de muerte entre los 25 y 45 años de edad, es decir, la etapa más productiva de la vida, lo que representa una gran carga en pérdida de años de vida potenciales.
La tuberculosis es una enfermedad muy contagiosa e infecciosa, que avanza lentamente, afectando sobre todo los pulmones. Los síntomas principales son tos fuerte con duración de más de dos semanas, escalofrío, debilidad o fatiga, sudoración nocturna y dificultad respiratoria.
Se diagnostica sólo con un estudio llamado baciloscopía, para lo cual se toma la muestra de flema en cualquier Centro de Salud.
El tratamiento ofrece la curación y se basa en la administración de medicamentos supervisados y cualquier persona se puede contagiar, no obstante tienen mayor riesgo quienes tienen cáncer, VIH/Sida, insuficiencia renal, alcoholismo y drogadicción crónicos, niños, adolescentes y adultos mayores.
Quien está enfermo debe tomar adecuadamente el tratamiento, mejorar la higiene y la alimentación, mejorar la limpieza y ventilación de la vivienda, cubrirse siempre la boca con pañuelo al toser o estornudar y evitar el contacto cercano con cualquier persona.