Elementos del Ejército Mexicano detuvieron en el municipio de Linares a cinco miembros de una familia conocida como “Los Nevárez”, consideradas entre los habitantes del ejido Belisario Domínguez como personas conflictivas y peligrosas, a quienes les aseguraron 30 armas y balas de diferentes calibres.
Versiones de los habitantes del ejido, apuntan que aquéllos eran temidos, y que “por sólo mirarlos le echaban bronca a uno”.
Una denuncia anónima, de acuerdo a una fuente militar de alto rango, llevó a unos 50 soldados a realizar un operativo, que comprendió la irrupción en varias fincas propiedad de los Nevárez, donde fue detenida la familia.
Ramiro Nevárez González, de 76 años de edad; Héctor Pérez Nevárez, de 51 años; Sergio Nevárez Estrella, de 49 años; Álvaro Pérez Nevárez, de 39 añoss, y Omar Nevárez Lugo, de 22, todos detenidos ayer, eran el azote de la Policía linarense.
De acuerdo a una fuente de alto rango militar, los hechos ocurrieron en la comunidad rural Belisario Domínguez, ubicado en los límites de Tamaulipas y Nuevo León, al Sur de esa entidad.
Esta familia era el terror entre los lugareños de ese municipio, ya que sus miembros siempre cargaban con las armas en sus vehículos, además de contar con un pasado que los distinguía como unos pistoleros peligrosos.
Los soldados decomisaron a la familia 21 rifles de diversos calibres, siete pistolas revólver 0.38, seis escuadras 9 milímetros, cuatro miras telescópicas, así como algunas escopetas y uniformes tipo militar.
Los Nevárez, disparaban por sólo mirarlos
Las primeras investigaciones arrojaron que la familia tenía las armas distribuidas en los cuartos de varias viviendas, dentro de un terreno cercado con púas de una hectárea cuadrada en esa comunidad rural. Durante las noches de fin de semana, era muy común que “Los Nevárez” realizaran detonaciones al aire o buscaban pleito a las personas que los miraban.
Las armas fueron presentadas la madrugada de ayer en las instalaciones de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), en el conurbado municipio de Escobedo.
La fuente consultada aseguró que los soldados tenían varios meses patrullando las brechas y comunidades rurales en busca de las fincas en Linares en donde estaban todas estas armas aseguradas.
El informante indicó que en la finca había también había bolsas con un número indeterminado de cartuchos para escopetas, cargadores para escuadras y ropa tipo militar.
