Las gavillas que operan tanto en la Sierra de San Dimas como en Pueblo Nuevo tienen años delinquiendo sin que las autoridades hagan nada al respecto, pues son constantes los secuestros que realizan y pocas veces detienen a los delincuentes; el pasado lunes unos gavilleros cuando asaltaban un camión y dos vehículos dispararon en contra de una unidad y mataron a un niño, situación que consternó a los duranguenses por lo que la PGJE y el Ejército realizaron un operativo y detuvieron a tres sujetos, uno de ellos confesó haber asesinado al menor.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la Décima Zona Militar, informó que uno de los tres detenidos en las inmediaciones del poblado La Mesa de los Negros, en el municipio de San Dimas, confesó haber participado en el asalto en la carretera a Mazatlán, a la altura del Espinazo del Diablo y haber disparado con su “cuerno de chivo” junto a otros tres a uno de los vehículos en el que perdió la vida el menor Armando Bañuelos y resultaron lesionados Benjamín Meraz e Imelda Zapata.
En una acción coordinada elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado y del Ejército Mexicano lograron la detención de Genaro Gallegos Espinoza, quien confesó el delito y más tarde aseguraron a dos de sus cómplices de nombre Irwin Guerrero Padilla y Rubén Padilla Molina.
En el operativo a los detenidos, quienes son vecinos del poblado Mesa de los Negros, se les aseguró un reloj de pulso, una esclava de oro, una esclava de plata, un anillo con piedra roja, un par de aretes, dos teléfonos celulares y una cámara fotográfica, al parecer estos artículos eran parte del botín del asalto del lunes pasado, además traían dos pistolas, un rifle AK-47, cargadores, municiones y marihuana y semilla de la misma droga.
