algunos aficionados comentaron que varios policías escuchan y ven cuando los revendedores ofrecen y hacen la venta de las entradas y los uniformados nada hacen. (Notimex)
Se veía venir, aunque no es la constante, pero por fin la policía detuvo en una sola acción a seis revendedores de boletos para el partido de "ida" de la final del futbol mexicano entre Cruz Azul y Toluca, a celebrarse este jueves.
Dichos integrantes "del mercado negro" fueron remitidos ante el juez calificador en la delegación Benito Juárez, en donde de acuerdo a las pruebas podrían ser multados con una cantidad de entre 10 a 100 salarios mínimos vigentes en el Distrito Federal.
Ricardo Ramírez Alvarez, segundo inspector de la Secretaría de Seguridad Pública en el Distrito Federal, llevó a cabo el operativo aproximadamente a las 15:00 horas gracias a que un grupo de aficionados se atrevió a denunciar a los revendedores, ubicados frente a la puerta 1 del Estadio Azul.
Una gran movilización de patrullas originó esta acción, pero a la hora de conducir también a la delegación a los denunciantes, sólo uno de ellos tuvo el valor de ir a presentar la denuncia, ya que los demás se rehusaron.
"Ese es el problema, que nadie se atreve a presentar denuncia y así la policía no puede actuar", indicó Ricardo Ramírez Alvarez.
Sin embargo, algunos aficionados comentaron que varios policías escuchan y ven cuando los revendedores ofrecen y hacen la venta de las entradas y los uniformados nada hacen.
Cientos de seguidores del cuadro cruzazulino siguen formados con inicio de la fila en las taquillas 10 y 11, y al mediodía ésta logró su máxima extensión al alcanzar la mitad de la circunferencia del inmueble.
Pero al paso de las horas, el acoso de la sed, el hambre y principalmente la desesperación, muchos de ellos ya se han ido, aunque la fila no ha perdido mucha longitud.
Nadie de la directiva ni de la administración del inmueble, ubicado en la colonia Noche Buena, ha informado si van a vender boletos o no al público, factor que tiene muy molestos a los aficionados.
"Fuera revendedores de la directiva", fue la leyenda que exhibió un aficionado en una cartulina, mientras que en otros períodos de la espera otras personas han coreado: "Boletos, boletos, boletos" y otros han golpeado las puertas del escenario.
