Compañeros y familiares observan el arribo del camión que trasladó los cuerpos de los trabajadores fallecidos en un accidente carretero. (Fotografía de Sergio Reyes)
En un camión de plataforma, utilizado para transportar ataúdes recién fabricados, llegaron 11 de los 13 cuerpos de los trabajadores que fallecieron en un accidente carretero en Janos, Chihuahua, el pasado domingo 20 de junio en la madrugada.
“¡No son animales, mira nada más cómo los traen!”, era el grito reiterado de algunos de los deudos que esperaban el arribo de los cuerpos. A las cuatro de la tarde en punto llegó a la funeraria del DIF, el camión con 8 ataúdes forrados en plástico transparente y cubiertos por lonas azules.
Raúl Flores, chofer de la empresa Ataúdes de Gómez Palacio, conductor del camión Ford de tres y media toneladas con plataforma, informó que salió de Nuevo Casas Grandes, Chih., desde las 2:30 de la mañana; “son 800 kilómetros y por la carga circula uno a velocidad moderada”, dijo el chofer.
De los 13 fallecidos, 2 fueron enviados a Cadereyta, Nuevo León, para su posterior traslado a Guadalajara, Jalisco. En Bermejillo, Durango, el camión fue interceptado por familiares de Claudia Morales, de Torreón, Cristián Alberto Fuentes, de Nazas y Ricardo Alberto Torres, de Torreón, quienes presentaron la papelería para que les entregaran los cuerpos.
Al llegar a la funeraria de la avenida Allende y Treviño, los familiares se molestaron por las condiciones en que fueron trasladados los cuerpos. El chofer Raúl Flores explicó que la instrucción que recibieron era que todos llegaran juntos, “en las camionetas van no cabían ni dos, le hicimos la lucha y esta fue la única forma de trasladarlos a todos”, señaló.
Al empezar a bajar los ataúdes, sólo una tarjeta de identificación con un número a la vista permitía ubicar los cuerpos, además que los colores blancos y rosa eran sólo de mujeres.
En llanto estalló una familiar de José Israel López, de Lerdo, quien pidió que abrieran el ataúd y enorme fue su sorpresa al ver sólo un cuerpo forrado de tela que no permitía tener su rostro descubierto. “¡No es él, no es, quiero verlo, no es!”, gritaba la mujer a la vez que se hincaba y abrazaba la caja de madera color gris. Un empleado de una funeraria dijo que si el cuerpo estaba cubierto era porque no había condiciones para ponerlo a la vista por las lesiones sufridas luego del accidente.
A Torreón llegaron además Antonio Enrique Marmolejo, Cosme Cristóbal Galindo, Alejandra Delgado, Juan Pablo Estala, Hugo Landeros y José Ángel Leyva.
Los ánimos se exasperaron cuando familiares de Diana Rubí Mendoza Guerrero, de Torreón, se molestaron por los olores que ya emanaban del cuerpo de la joven y se abalanzaron contra Claudia Morlet, representante de la empresa RGIS, quien fue agredida verbal y físicamente.
HORAS DE ANGUSTIA
Tres días y medio transcurrieron desde la tragedia y al fin llegaron los cuerpos. La empresa RGIS absorbió los gastos de identificación y traslado, pero aun así fue blanco de los reproches de los deudos molestos por diferentes situaciones.
Desde las 8:00 horas estaban familiares de los trabajadores fallecidos en la funeraria del DIF. Conforme pasaba el tiempo la molestia de los deudos iba en aumento. “Que nos digan la verdad, desde ayer (martes) dijeron que iban a llegar los cuerpos y nada. Que vayan por ellos en avión”, dijo Mónica Guerrero, familiar de Diana Rubí Mendoza, una de las víctimas de la tragedia.
Claudia Morlet, gerente de Recursos Humanos de la empresa RGIS Especialistas en Inventarios, y representante de la empresa ante los deudos, atendió los reclamos y dio explicaciones sobre el retraso. La situación de calentó al grado de que un familiar le gritó a la representante y un trabajador salió a defenderla con un empellón que fue respondido, generándose un conato de riña que no pasó a mayores.
El desconcierto reinaba todavía a las 10:00, ya que Morlet no se podía comunicar vía telefónica con la gente que trasladaba los cuerpos para conocer su ubicación. Fue hasta las 13:00 horas que le notificaron su paso por Ceballos, Dgo. y la gente ya mantuvo la calma para esperar.