Sergio Araballo compró el 136 de José Antonio Alzate sin conocer el pasado de esa casona de altos techos y enormes ventanales cuyo precio ha quedado corto al valor histórico del lugar. (El Universal)
El América regresó al nido original, en la colonia Santa María la Ribera de esta capital, donde fue fundado el 12 de octubre de 1916 y donde este día se develó una placa conmemorativa por el 92 aniversario del club.
No solo se tardó 11 días en celebrar el acontecimiento en la cuna del equipo, sino que el presidente americanista Michel Bauer, quien apenas está en su primer torneo al frente, hizo esperar una hora a los invitados especiales.
El ex secretario técnico del América, Panchito Hernández, de exitosa labor en la historia del equipo por haber hecho grandes contrataciones, se dio cita junto con los ex jugadores Enrique Huerta y Fernando Cuenca en el número 146 de la avenida José Antonio Alzate, justamente donde fue fundado hace 92 años.
"Aquí fue fundado el Club América el 12 de octubre de 1916", reza la placa instalada en la fachada del domicilio, que desde hace cuatro años aloja a la vidriería Nonoalco, negocio fundado en 1943 propiedad de Sergio Aravallo Rivas.
Tras la larga espera por Bauer, Panchito Hernández y Fernando Cuenca recorrieron la pequeña cortina que cubría la placa, la cual deberá ser reforzada con diversas medidas de seguridad, pues se encuentra en la vía pública y fácilmente puede ser dañada y/o hurtada.
Francisco Hernández, artífice del América multicampeón de la década de los 80, recordó que en aquel octubre de 1916 dos escuelas se reunieron en ese domicilio de Santa María la Ribera, lideradas por Rafael Garza "Récord", para fundar al equipo crema, al que llamó "el equipo más importante de México".
"Es importante no olvidar de dónde venimos", señaló Bauer en su turno. El acto protocolario se da, además, en vísperas del clásico contra el Guadalajara el próximo domingo en el estadio Azteca, donde, a decir de Panchito Hernández, "se va a jugar la única posibilidad de calificar".
Imágenes de The Beatles dominan en la cuna original del América
Tal vez no es que los dueños de la vidriería Nonoalco, sitio donde hace 92 años fue fundado el club América no le vayan a las Aguilas, pero simplemente encontraron hace mucho tiempo una pasión mucho más grande como The Beatles.
La casa marcada con el número 137 del Eje Uno Norte Antonio Alzate, en la populosa colonia Santa María la Ribera, justamente donde Rafael Garza Gutiérrez "Record" fundó al equipo crema el 12 de octubre de 1916, apenas tiene un sutil vestigio de su importancia en la historia americanista.
En efecto, el mostrador principal de la vidriería Nonoalco, que desde hace cuatro años se aloja en la cuna de los ex Canarios, recibe a los clientes con un gran escudo americanista, pero es todo, no hay nada más en el interior referente al equipo, hasta hoy que el club desveló una placa conmemorativa en la fachada.
Lo que sí abunda es memorabilia sobre el célebre cuarteto de Liverpool, en especial una gran cantidad de carteles con las portadas de los discos, como el "Submarino amarillo" y algunas fotos de los míticos músicos, en especial de John Lennon.
"Claro que le vamos al América", dice encuánime Sergio Aravallo Rivas, propietario de la vidriería Nonoalco, pero no es sino cuando empieza a hablar de la música del célebre cuarteto cuando los ojos le brillan de verdad.
"Tenemos todo sobre ellos. Mi hijo tiene toda de la colección de discos, y hemos juntado estos pósters y una gran cantidad de objetos", explica don Sergio, quien en sus años mozos tocaba la guitarra en un grupo musical.
"Yo le ponía a mi hijo los discos de Los Beatles antes de que naciera", recuerda.
La casa -habitacional casi siempre hasta que se instaló ahí la vidriería- albergó durante décadas a gente cercana a los fundadores del equipo, después pasó por ahí una congregación de monjas y por último un sujeto de nombre Cuauhtémoc Farías, quien la vendió a los Arabillo.
Pero del América no hay nada, Ni archivos, documentos o fotos, Cuenta don Sergio que, de vez en cuando, Televisa, empresa dueña del América les llama para hacer protocolos como el de hoy, pero de ahí en fuera la vida transcurre normalmente como en cualquier vidriería, excepto por la música de fondo de John, Paul, George y Ringo.
Y ni falta que hace, pues, dice donde Sergio, alguna vez llegó a hacerse cierta publicidad al lugar como cuna del ahora "águila" y entonces llegaron personas con la intención de redecorar y darle un toque casi de sitio de culto.
"Les dije que no, que se fueran. Este es un lugar privado, aquí tenemos nuestro negocio y no queremos que un buen dia vaya a llegar una bola de vándalos a destrozarnos el lugar. Así estamos bien", comenta Aravallo.
Los que no se ha ido por nada del mundo y sigue adornando las paredes del domicilio es el verdadero motivo de culto de la familia: The Beatles.
