Dra. Leticia Hernández Turrubiate
Ellos y ellas están siempre dispuestos a ayudar a quien lo necesite. Los doctores están presentes en nuestra vida y en nuestra muerte.
Día del Médico
En el ámbito internacional se celebra el Día del Médico el 3 de Diciembre, pero en México, dicho festejo es el 23 de octubre, al mismo tiempo que el festejo de San Rafael, a quien se considera el santo patrono de los médicos, y se celebra desde 1926.
Indispensables
Vivir depende muchas veces de la oportuna intervención de un médico. Ellos están presentes en los momentos de dolor del ser humano, y tienen la capacidad de identificarse con ese dolor y sobre todo, la capacidad de poder aliviarlo.
Por sus investigaciones, enfermedades que antes mataban a muchas personas, tales como la viruela o la poliomielitis, ahora se pueden evitar por valiosos descubrimientos como las vacunas.
Enfermedades como el cáncer o el SIDA ya se controlan mejor gracias a los medicamentos que doctores y doctoras en todo el mundo han descubierto a base de mucho esfuerzo y dedicación.
Muchas especialidades
Los doctores ya no son lo que fueron antes. En la actualidad, la medicina se ejerce en muchas especialidades. Los médicos nos atienden desde el inicio de la vida hasta su final. Hay desde neonatólogos, que atienden a recién nacidos, hasta tanatólogos, que ayudan al paciente y sus familiares a acercarse a la muerte con dignidad y sin miedo.
Dra. Leticia Hernández Turrubiate - Médico General (44 años)
La gente de ejidos es noble
Madre de dos hijos y abuela de un pequeño bebé, la “Doctora Lety”, como es conocida en el Hospital General de Matamoros, es originaria de Gómez Palacio. Desde niña tenía la inquietud por saber más sobre el cuerpo humano, por lo que de mayor supo que su verdadera vocación era la medicina. Sus estudios los llevó a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila y los terminó en 1999. Tiene 18 años ejerciendo su profesión y dice que lo que más le gusta de su carrera es ayudar a la gente. La doctora Lety comenzó a ejercer en el centro de salud rural, del ejido Luchanas, La Fe, San José de la Niña, de Madero y en el San Pedro. De esta última ciudad recuerda un caso muy impactante y triste para ella, donde un niño de 2 años, fue llevado a que lo atendieran porque presentaba abscesos en todo el cuerpo que lo deformaban además de una desnutrición avanzada por lo que tuvo que ser hospitalizado. Cuando se le ordenó realizar estudios al IMSS de Torreón, la madre del niño huyó del hospital con el pequeño, después supieron que la madre sabía que el niño tenía SIDA, pero pensaba que lo iban a curar. Al poco tiempo el menor falleció. La doctora se siente agradecida con la gente de la zona rural pues la han tratado muy bien.
Carlos Yong Wong - Médico (32 años)
Logré salvarle la vida
"Mis inicios en la Medicina fueron viendo a mi padre. Yo entraba a las cirugías que él hacía y algunas consultas”, dijo Carlos Yong Wong, médico de encargado de Salud Municipal de San Pedro. El doctor inició su carrera en la Universidad Juárez del Estado de Durango, y fue en el año 2002 cuando aún siendo pasante de medicina lo eligieron como titular de Salud del poblado de Villa Unión, en Torreón. “Aún recuerdo que en mi interinato en Monterrey, tuve que asistir el parto de unos gemelos. Cuando tomé al primero de ellos entre mis manos, estaba casi sin vida, pero yo le di reanimación y logré que el niño sobreviviera”, dijo el médico.
Agregó que aún estudia en la misma universidad de la que se graduó, pero ahora cursa una maestría en salud ocupacional y ambiental. Añadió que su prioridad es poder contribuir a mejorar las instancias de salud en esta región, por eso además de su trabajo colabora con la Jurisdicción Sanitaria No. VII del municipio de Francisco I, Madero. Actualmente atiende a personas de escasos recursos y supervisa la salud pública de los poblados de San Pedro.
Dr. Sergio Castillo Rivera - Médico de Tribunales de Justicia Municipal (49 años)
‘He visto de cerca el dolor’
Se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Desde hace 23 años trabaja en los Tribunales de Justicia Municipal ubicados en la Colón. Su trabajo lo obliga a convivir diariamente con lo que la sociedad considera lo peor. Es él quien certifica las lesiones de los involucrados en choques y también el estado etílico de los conductores. Asimismo, revisa a las personas que llegan detenidas por diferentes delitos, pues a veces están intoxicadas por drogas o alcohol, y en ocasiones al momento de ser detenidos para que respondan ante la ley, tienen que ser sometidos por adoptar conductas agresivas. Sin embargo el doctor Castillo afirma que su trabajo le gusta mucho. “Me gusta andar en la calle, pero sobre todo me gusta el contacto con esta gente. Al platicar con ellos se da uno cuenta de sus problemas y sus dificultades, se entera uno de que se sienten mal al provocar lesiones o la muerte de otra persona, ellos también sufren”. Afirma que en todos los años que tiene laborando en Tribunales, lo más desagradable que ha vivido ha sido la muerte de tres personas que se encontraban en los módulos de detención: “uno falleció por paro cardíaco, uno más se quitó la vida colgándose, y el otro falleció porque se cortó las venas”.
