En 1908 murieron 146 mujeres trabajadoras de la industria textil en Nueva York, y otras más resultaron heridas en un incendio provocado ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban para exigir mejores condiciones de trabajo. La sociedad reaccionó, más de cien mil personas formaron una marcha silenciosa que, por su magnitud, es símbolo del movimiento feminista mundial.
La alemana Clara Zetkin, en 1910, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague, Dinamarca, propuso el Día Internacional de la Mujer. En 1977, la Asamblea General de la ONU declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, buscando trabajar por sus causas y promover la toma de conciencia de sus luchas por vivir en un mundo con menos violencia, menos discriminación y mayor equidad.
Si hay algo que haya cambiado al mundo es el feminismo, se trata de la teoría y la práctica, el pensamiento y la acción, el sueño y la propuesta de vida, que revolucionaron el siglo XX. El feminismo significó la crítica más radical a la tradición del pensamiento occidental, sus presupuestos epistemológicos e ideológicos, así como a la estructura del poder establecido en todos los niveles.
Y es que el feminismo, que no es un asunto sólo de mujeres, es una manera de pensar que no puede separarse de una manera de vivir, una forma de hacer política que es al mismo tiempo una forma de vida cotidiana, un esfuerzo que se desarrolla en el ámbito académico y teórico, pero también en el de la familia y el trabajo.
El feminismo, que ha tenido la magia de pasar del yo al todos, ha hecho lo que ninguna ideología ha podido hacer: lograr conquistas sin matar a nadie, sin encarcelar o torturar en aras de un futuro luminoso. Las feministas se pusieron a trabajar de modo tal que terminaron por cambiar los patrones tradicionales de relación humana y también de conciencia.
El feminismo cambió a todos: a las mujeres y a los hombres, a los individuos y a los grupos, a las sociedades y a los gobiernos, a las formas de hacer política y a las instituciones. Busca transformar la cultura y la política; lograr que millones de mujeres sufran menos, introducir una nueva perspectiva sobre las relaciones entre los sexos, conseguir la igualdad y el respeto a la diferencia, que no son opuestas sino complementarias, luchar por el derecho a la salud, al trabajo bien remunerado, al respeto de los derechos humanos, contra la violencia en todas sus manifestaciones.
El feminismo nos ha conducido al cambio que no viene impuesto desde arriba, sino desde abajo, rompiendo con el autoritarismo, porque parte de la mujer que llega a los niveles básicos de la sociedad: la familia, la vida cotidiana, el hogar, el trabajo, la relación con los otros. Todavía falta mucho por hacer para lograr la igualdad de la mujer, debido a las diferencias de raza, religión, cultura; hoy, todavía miles de ellas viven en el maltrato y el menosprecio.
Esta fecha es propicia para evaluar las acciones emprendidas en su beneficio, reconocer a todas aquellas que día a día, con su ímpetu, nos demuestran que tienen la fuerza y carácter para impulsar un mundo mejor e igualitario para todos. Más allá de fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, políticas y económicas, este día se debe refrendar la conciencia de que a las mujeres no les corresponde sólo la mitad de las obligaciones… sino también la mitad de los derechos.
¿Conoce usted la diferencia entre la amistad de los hombres y la de las mujeres?
Mujeres: La esposa pasó la noche fuera de casa. A la mañana siguiente, ella la explica a su marido que había dormido en la casa de su mejor amiga. El marido llama por teléfono a las diez mejores amigas de su esposa… Ninguna de ellas confirmó la historia.
Hombres: El marido pasa la noche fuera de casa. A la mañana siguiente, él le explica a su mujer que había dormido en la casa de su mejor amigo. La esposa entonces llama por teléfono a los diez mejores amigos de su esposo… Siete de ellos confirmaron la historia, los tres restantes, además de confirmarla, dijeron que él todavía estaba ahí dormido.
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