Como "gestos de impotencia y amargura" calificó el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, las declaraciones hechas hoy por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, contra el mandatario venezolano Hugo Chávez.
"Lo que se expresa en Bush es impotencia, amargura, porque no han podido revertir las corrientes de cambio. Al contrario, el balance en la región es de fracaso, hoy tenemos un continente más autónomo y soberano", enfatizó Maduro a la estatal Venezolana de Televisión.
En un discurso en el Congreso de Estados Unidos, Bush dijo esta mañana que "la agenda de Chávez es vacía y de sed de poder", y que "en el esfuerzo de promover una visión antiestadounidense, ha dejado a sus propios ciudadanos con una escasez de alimentos y amenazas a sus vecinos".
Maduro destacó, en una entrevista telefónica, que estas declaraciones responden al mandatario de un "gobierno decadente en despedida, que mientras más fracasa, más nervioso se pone".
Advirtió que el gobierno venezolano "no cae en provocaciones", al tiempo que sentenció que "a Venezuela no la califica nadie", en una clara alusión a la intención de Estados Unidos de incluir al país sudamericano en la lista de naciones terroristas.
"Habría que ver qué gobierno es terrorista, y el destino de la historia de los próximos meses verá el juicio que da el propio pueblo de Estados Unidos sobre el carácter violento y terrorista de lo que ha significado la administración de Bush para Estados Unidos y el mundo".
Añadió que el gobierno de Bush "comienza a apostar a políticas aventureras, inmediatistas, de corto plazo, para buscar crear un escenario y dejarle un escenario de conflictos, de situaciones de hecho, a cualquier gobierno que venga a la Casa Blanca el próximo año".